Cuidadores

Más de 16 millones de personas en los EE. UU. tienen una enfermedad causada por el tabaquismo. Por cada persona que muere a causa del tabaquismo, hay al menos 30 que viven con una enfermedad grave relacionada con fumar. Fumar causa cáncer, enfermedades cardiacas, derrames cerebrales, diabetes y enfermedades de los pulmones como enfermedad pulmonar obstructiva crónica (epoc).

Cuidar a alguien que tiene una enfermedad o discapacidad puede incluir ayudarlo con una o más actividades importantes para su vida cotidiana, como bañarse o vestirse, pagar las cuentas, hacer compras y transportarlo. También puede incluir dar apoyo emocional y ayuda para manejar una enfermedad crónica o discapacidad.

• En los Estados Unidos, 1 de cada 5 adultos provee cuidados o asistencia regularmente a un familiar o amigo con un problema de salud o discapacidad.*

Sepa qué porcentaje de personas fuma cigarrillos actualmente, tanto en los Estados Unidos en general como en grupos específicos de población.

Proporcionar cuidados puede ser física y emocionalmente exigente. El estrés causado por esas exigencias puede hacer que los cuidadores presenten problemas de salud, incluso problemas para dormir y cambios en el apetito, y llevar a sentir ansiedad, depresión o hasta soledad. Casi la mitad de los cuidadores no tienen la suficiente cantidad de horas de sueño continuo y reparador, lo que a su vez puede afectar la calidad de vida. Si usted es un cuidador, es importante que se cuide a usted mismo física, mental y emocionalmente.

Manténgase físicamente sano

• No consuma tabaco. Si fuma, trate de dejar de hacerlo. Manténgase lejos del humo de otras personas.
• Limite la cantidad de alcohol que bebe.
• Consuma muchas frutas y verduras.
• Mantenga un peso saludable.
• Haga actividad física.
• Duerma lo suficiente para descansar.
• Hágase chequeos médicos regularmente.
• Póngase la vacuna contra la influenza (gripe) todos los años.

 Manténgase mental y emocionalmente sano

• Busque apoyo emocional de parte de sus familiares, amigos, personas de su misma fe o un grupo de apoyo.
• Manténgase activo. Hacer actividad física de manera habitual se ha vinculado a menores tasas de depresión.
• Dedique tiempo para relajarse. Tómese al menos 15 a 30 minutos cada día para hacer algo para usted. Por ejemplo, trate de sacar tiempo para tomar una siesta, hacer ejercicio, trabajar en el jardín, tener un pasatiempo, ver televisión o una película o hacer cualquier cosa que lo relaje. Haga ejercicios suaves, como estiramientos o yoga. O respire profundamente o simplemente siéntese quieto por un minuto.
• No se olvide de su vida personal. Disminuya sus actividades personales, pero no las elimine del todo. Por ejemplo, busque formas fáciles de seguir conectado con sus amigos.
• Mantenga su rutina. Si puede, trate de seguir haciendo algunas de sus actividades regulares. Si no lo hace, los estudios muestran que esto puede aumentar el estrés. Podría tener que hacer las cosas a horas diferentes del día o por menos tiempo de lo que normalmente las hace, pero aun así trate de seguir haciéndolas.
• Pida ayuda. Si pide ayuda, podrá encontrar periodos más largos de tiempo “libre”. Delegue las cosas que otras personas pueden hacer por usted, como programar citas o hacer mandados. ^Ɨ

Estos recursos adicionales de los CDC están disponibles para las personas que están cuidando a seres queridos con una enfermedad o discapacidad:

• Cuidar de uno mismo cuando se está cuidando a otra persona
• Los planes de cuidados ayudan tanto a los adultos mayores como a los cuidadores (en inglés)
• Prestación de cuidados a familiares y amigos: un tema de salud pública (en inglés)