Dormir bien

Foto de un hombre durmiendo en su cama

La dificultad para dormir es frecuente durante y después del tratamiento contra el cáncer. Los buenos hábitos de sueño pueden ayudar.

El sueño le permite al cuerpo revitalizarse, renovarse y reponerse. Ayuda a que el sistema inmunitario funcione mejor, y lo mantiene a usted mentalmente alerta. La mayoría de los adultos necesita por lo menos 7 horas de sueño cada noche, pero hable con su médico acerca de lo que es adecuado para usted.

Cómo el sueño afecta su salud

La falta de sueño puede aumentar el riesgo de tener problemas de salud, como enfermedad cardiaca, presión arterial alta y obesidad. También puede afectar la concentración y la memoria.

No dormir lo suficiente puede causar problemas graves para las personas con cáncer, como una calidad de vida más baja, depresión y la falta de capacidad de realizar las actividades diarias.

Tener dificultades para dormir es frecuente

No es insólito sentirse muy cansado durante y después del tratamiento contra el cáncer, especialmente en el primer año después del tratamiento. Muchas cosas pueden afectar el sueño, como anemia, mala nutrición o deshidratación, dolor o molestia, efectos secundarios de los medicamentos y patrones de sueño irregulares. La ansiedad, la depresión, el temor, la preocupación y el estrés también pueden interferir con su capacidad de dormir lo suficiente.

Su médico o un especialista pueden ayudarlo a encontrar formas de ahorrar su energía durante el día, y así dormir mejor por la noche.

Los hábitos de sueño saludables pueden ayudar

Para mejor la calidad del sueño, trate de hacer lo siguiente:

  • Absorba la luz del sol de la mañana. Esto aumenta los niveles de la hormona melatonina, lo cual es importante para dormir.
  • Acuéstese a la misma hora todas las noches y levántese a la misma hora todas las mañanas, incluidos los fines de semana.
  • Relájese con un libro o dese un baño que le quite las tensiones.
  • Asegúrese de que su habitación sea silenciosa, oscura, relajante y que tenga una temperatura cómoda.
  • Saque los dispositivos electrónicos, como los televisores, las computadoras y los teléfonos inteligentes de la habitación.
  • Evite consumir comidas abundantes, cafeína y alcohol antes de acostarse.
  • Muévete más y siéntate menos. Ser físicamente activo durante el día puede ayudarlo a dormirse más fácilmente por la noche.

Recursos para una noche tranquila

Hay profesionales de atención médica especializados en problemas del sueño que pueden ayudarlo. Piense en los problemas que tiene para dormir y hable con su médico para descubrir las causas o desencadenantes. Algunas preguntas para hacerle al médico o especialista incluyen:

  • ¿Hay un tratamiento o un cambio que yo pueda hacer para que me ayude?
  • ¿Qué tipo de apoyo o servicios hay para abordar los problemas del sueño?

Si tiene problemas para dormir, trate de mantener un diario del sueño para compartir con su médico. Incluya información como los medicamentos que toma, cuándo se acuesta, cuánto tiempo le lleva dormirse, su horario de siestas, cuánto ejercicio hace y todas las bebidas alcohólicas o con cafeína que tome.

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