Cómo reducir los casos de cáncer de hígado en las personas que se inyectan drogas

Foto de una persona preparando una inyección de heroina

Las personas que se inyectan drogas tienen un riesgo alto de contraer hepatitis B y hepatitis C.

El cáncer de hígado puede ser causado por infecciones de larga duración con los virus de la hepatitis B o de la hepatitis C. Las personas que se inyectan drogas tienen un riesgo alto de contraer hepatitis B y hepatitis C.

El riesgo de presentar cáncer de hígado es bajo, pero sobrevivir al cáncer de hígado es muy difícil. Las tasas de mortalidad para el cáncer de hígado son altas, especialmente entre las personas hispanas o latinas y las personas indígenas de los Estados Unidos o nativas de Alaska no hispanas o latinas. Los datos de Estadísticas del Cáncer de los Estados Unidos muestran que, en el 2020, por cada 100 000 personas se notificaron 8 nuevos casos de cáncer de hígado y 7 personas murieron.

Proyecto de los CDC usa prácticas de eficacia comprobada para reducir los casos de cáncer de hígado

La vacuna contra la hepatitis B puede ayudar a prevenir el cáncer de hígado. Las pruebas de detección y el tratamiento de la hepatitis B y la hepatitis C también reducen el riesgo de presentar cáncer de hígado. Como sabemos que estas medidas funcionan, los CDC ayudan a sus colaboradores a usarlas a nivel comunitario.

Los CDC llevaron a cabo un proyecto con cuatro beneficiarios del Programa Nacional de Control Integral del Cáncer (NCCCP) en Iowa, Minnesota, Misisipi y Virginia Occidental, incluida una organización tribal (la Fundación Indígena de los Estados Unidos contra el Cáncer en Minnesota). El proyecto fue diseñado para reducir los casos de infección por los virus de la hepatitis y de cáncer de hígado entre las personas que se inyectan drogas. Los beneficiarios también deseaban aumentar los conocimientos y el nivel de conciencia sobre el vínculo entre inyectarse drogas y presentar hepatitis y cáncer de hígado.

Los beneficiarios del NCCCP trabajaron con los colaboradores de la comunidad para realizar actividades que se ha demostrado que reducen los casos de infección por los virus de la hepatitis. Se ofrecieron sesiones educativas para enseñarles a los pacientes y a los profesionales de la salud sobre el riesgo de cáncer de hígado. La colaboración con organizaciones locales ayudó a identificar mejores maneras de proveer servicios relacionados con la hepatitis viral y de establecer programas de servicios de jeringas para las personas que se inyectan drogas y tienen un riesgo más alto de cáncer de hígado.

Los beneficiarios superaron los retos

Más de 600 proveedores de atención médica y 40 pacientes participaron en actividades para aumentar los conocimientos y el nivel de conciencia sobre el vínculo entre inyectarse drogas y el riesgo de presentar hepatitis viral y cáncer de hígado. Los beneficiarios también realizaron actividades de acercamiento en 145 refugios y áreas de campamentos para personas que están sin hogar. La meta de este trabajo de acercamiento era aumentar la vacunación contra la hepatitis B y la realización de pruebas de detección de la hepatitis B y la hepatitis C entre las personas con riesgo más alto de cáncer de hígado. Este proyecto se basó en proyectos anteriores que fueron respaldados por el NCCCP.

Los beneficiarios afrontaron varios retos, como la emergencia de salud pública por el COVID-19, problemas contractuales, límites y cambios relacionados con el personal, y limitaciones en los recursos. La colaboración estrecha, la asistencia técnica continua de los CDC y la capacidad de adaptarse a los cambios ayudaron a los beneficiarios a poner en práctica las estrategias y actividades programadas.

Apoyo a las mejores prácticas

Los beneficiarios pusieron en práctica sus estrategias y actividades con éxito durante el periodo del proyecto. Los resultados de este proyecto sirven como base para también aplicar estas mejores prácticas en el sector más amplio que trabaja en el control del cáncer. Otros beneficiarios del NCCCP que apoyan a las personas que viven o trabajan en áreas que los ponen en mayor riesgo de hepatitis viral podrían resultar favorecidos por estas mejores prácticas.