Las experiencias adversas en la niñez y el cáncer
Las experiencias adversas en la niñez podrían estar relacionadas con la aparición de cáncer más adelante.
¿Qué son las experiencias adversas en la niñez?
Las experiencias adversas en la niñez o ACE, por sus siglas en inglés, son eventos prevenibles que podrían provocar un trauma (dolor emocional o físico) y ocurren antes de los 18 años. Las ACE son comunes y ocurren en personas de todos los niveles socioeconómicos. Algunos ejemplos son:
- Sufrir violencia, abuso o negligencia.
- Ver violencia en casa o en la comunidad.
- Que un familiar intente o muera por suicidio.
- Crecer en una familia con problemas de salud mental o de consumo de sustancias.
Los determinantes sociales de la salud son las condiciones en las que las personas nacen, crecen, trabajan, viven y envejecen, y la gama más amplia de fuerzas y sistemas que les dan forma a las condiciones de la vida diaria. Ciertos determinantes sociales de la salud pueden influir en el número y las probabilidades de sufrir eventos potencialmente traumáticos durante la niñez. Por ejemplo, la segregación histórica de los vecindarios por raza podría haber causado condiciones en las que los residentes están expuestos a la pobreza extrema y a altos niveles de estrés económico.
¿Cómo aumentan las ACE el riesgo de cáncer?
Las ACE podrían estar relacionadas con la aparición de cáncer más adelante. Cuantas más ACE experimente una persona, más probabilidades tendrá de presentar cáncer y otros problemas de salud mental y crónicos. Las ACE pueden afectar el riesgo de cáncer de varias maneras, como a través de estilos de vida poco saludables e inflamación crónica.
Estilos de vida poco saludables
Las ACE y los determinantes sociales de la salud asociados pueden causar estrés tóxico (estrés excesivo o prolongado). El estrés tóxico causado por las ACE puede cambiar la forma en que funciona el cerebro de un niño y afectar las decisiones, las acciones, el estado de ánimo y el autocontrol. Los niños que viven con estrés tóxico pueden tener más probabilidades de crear hábitos a lo largo de su vida que aumenten su riesgo de cáncer, como el consumo de tabaco y el consumo excesivo de alcohol.
Inflamación crónica
Las hormonas del estrés que se liberan cuando un niño/a experimenta estrés tóxico debido a las ACE pueden dañar el cuerpo a través de la inflamación crónica o de larga duración. La inflamación es la reacción del cuerpo ante una amenaza. La inflamación a corto plazo puede ayudar a combatir enfermedades, como las causadas por bacterias o virus. Pero cuando la inflamación se prolonga en el tiempo, puede causar desgaste en el cuerpo e incluso aumentar el riesgo de cáncer.
La prevención del cáncer comienza en la niñez
Las comunidades pueden ayudar a prevenir las ACE y reducir el daño que causan. Los resultados de investigaciones estiman que al menos el 6 % de los cánceres podrían prevenirse si los niños no experimentaran ACE. Los niños necesitan relaciones y entornos sanos, estables y afectuosos para desarrollarse bien.
A continuación se enumeran algunas formas de crear relaciones y entornos sanos, estables y afectuosos para los niños.
- Los estados y las comunidades pueden proporcionar programas que fortalezcan el apoyo económico para las familias y ayuden a reducir su estrés, como créditos tributarios por ingreso del trabajo y políticas de trabajo que favorezcan la vida familiar.
- Las comunidades pueden ayudar a reducir el estigma y mejorar el acceso a los recursos para las personas que desean ayuda con cuidados infantiles, problemas de consumo de sustancias, depresión o pensamientos suicidas.
- Las comunidades pueden ofrecer programas de cuidados infantiles y prescolar de alta calidad con actividades familiares.
- Los padres y cuidadores pueden enseñar a los niños y jóvenes habilidades para manejar el estrés, resolver conflictos y controlar sus emociones.
- Las comunidades pueden conectar a los jóvenes con adultos que se preocupen por ellos y con actividades a través de tutorías y programas extracurriculares.
- Las agencias de salud pueden ayudar a las personas a conocer los efectos a largo plazo de las ACE en la salud, incluido el riesgo de cáncer, y brindar servicios que reduzcan sus efectos negativos.