La diabetes y la enfermedad de los riñones: ¿Qué comer?

mujer comiendo frijoles de soya

Un plan de alimentación para la diabetes, otro para la enfermedad crónica de los riñones (CKD, por sus siglas en inglés). Averigüe cómo comer bien para las dos.

Si usted tiene diabetes y enfermedad crónica de los riñones, definitivamente no está solo. Aproximadamente 1 de cada 3 de los adultos en los Estados Unidos que tiene diabetes también tiene enfermedad crónica de los riñones. Alimentarse de manera correcta ayuda a que su cuerpo funcione lo mejor posible, pero determinar qué comer puede ser un gran desafío. Lo que es bueno para un plan de alimentación puede no serlo para el otro.

Su primer paso: reunirse con un diestista registrado que esté capacitado en la nutrición tanto para la diabetes como para la enfermedad crónica de los riñones. Juntos crearán un plan de alimentación que mantenga constantes sus niveles de azúcar en la sangre y reduzca la cantidad de desechos y líquido que sus riñones deban manejar.

Puede que Medicare y muchos planes de seguro médico privados paguen esta cita. Pregunte si su plan cubre la terapia de nutrición médica (MNT, por sus siglas en inglés). Este tipo de terapia incluye un plan de alimentación diseñado exclusivamente para usted. Su dietista lo ayudará a aprender a seguirlo.

Los planes de alimentación para la diabetes y para la enfermedad crónica de los riñones comparten muchos de los mismos alimentos, pero tienen algunas diferencias importantes. Siga leyendo para saber sobre lo básico.

La alimentación para la diabetes

Una alimentación sana para la diabetes es como una alimentación sana para cualquier persona, con muchas frutas, verduras, grasas saludables y proteínas magras; y menos sal, azúcar y alimentos altos en carbohidratos refinados (como las galletas dulces o saladas y las gaseosas, por nombrar algunos). Su meta individual de carbohidratos se basa en su edad, nivel de actividad y en los medicamentos que toma. Seguir el plan de alimentación ayudará a que usted mantenga los niveles de azúcar en la sangre dentro de su rango objetivo, lo cual también prevendrá más daño a los riñones.

La alimentación para los riñones

No use suplementos a base de hierbas

Los suplementos a base de hierbas no son seguros si usted tiene enfermedad de los riñones. Algunos pueden dañar los riñones e incluso empeorar la enfermedad. Algunas vitaminas también pueden causar problemas de los riñones y deben evitarse. Hable siempre con su médico antes de tomar cualquier suplemento o vitamina.

Con la alimentación para la enfermedad crónica de los riñones, evitará o limitará el consumo de ciertos alimentos a fin de proteger sus riñones e incluirá otros que dan energía y lo mantienen nutrido. La alimentación específica para usted dependerá de si su enfermedad está en etapa temprana o tardía o si le hacen diálisis.

Los alimentos que debe limitar

Reduzca el consumo de sal/sodio. Esta es una buena medida para la diabetes y es muy importante para la enfermedad crónica de los riñones. Con el tiempo, los riñones pierden la capacidad de controlar el equilibrio de sodio y agua. Consumir menos sodio en la alimentación ayudará a reducir la presión arterial y la acumulación de líquido en el cuerpo, lo cual es común en las personas con enfermedad de los riñones.

Concéntrese en comer alimentos frescos, hechos en casa y coma solo cantidades pequeñas de comida de restaurante o envasada, que generalmente contiene mucho sodio. Fíjese que en las etiquetas nutricionales diga bajo en sodio (5 % o menos).

En una o dos semanas se acostumbrará a la comida con menos sal, especialmente si le realza el sabor con hierbas, condimentos, mostaza y vinagres saborizados. No use sustitutos de sal a menos que su médico o dietista digan que puede hacerlo. Muchos tienen niveles muy altos de potasio, lo cual posiblemente deba limitar.

Según la etapa en que se encuentra su enfermedad, quizás deba también reducir los niveles de potasio, fósforo y proteína en su alimentación. Muchos de los alimentos que son parte de una alimentación típica sana podrían no ser adecuados en la alimentación para la enfermedad crónica de los riñones.

El fósforo es un mineral que mantiene los huesos fuertes y otras partes del cuerpo sanas. Los riñones no pueden eliminar muy bien el exceso de fósforo de la sangre. El exceso de fósforo debilita los huesos y puede dañar los vasos sanguíneos, los ojos y el corazón. Las carnes, los lácteos, los frijoles, los frutos secos (nueces), el pan de grano entero y las gaseosas de color oscuro tienen alto contenido de fósforo. También se agrega fósforo a muchos alimentos envasados.

Los niveles adecuados de potasio mantienen el buen funcionamiento de los nervios y los músculos. En las personas con enfermedad crónica de los riñones, el exceso de potasio se puede acumular en la sangre y causar graves problemas de corazón. Las naranjas, las papas, los tomates, el pan de grano entero y muchos otros alimentos contienen altos niveles en potasio. Las manzanas, las zanahorias y el pan blanco tienen niveles más bajos. El médico podría recetarle un fijador de potasio, que es un medicamento que ayuda a su cuerpo a eliminar el exceso de potasio.

Consuma una cantidad adecuada de proteínas. Consumir más proteínas de lo necesario hace que los riñones trabajen más y puede empeorar la enfermedad crónica de los riñones. Sin embargo, consumir muy pocas, tampoco es saludable. Tanto los alimentos de origen animal como los de origen vegetal contienen proteínas. Su dietista puede ayudarlo a determinar la combinación y las cantidades adecuadas de proteína que debe comer.

Los alimentos para la diabetes y la enfermedad crónica de los riñones

dietista explicando un plan

Su dietista puede darle muchas ideas para preparar comidas sabrosas.

A continuación, le ofrecemos solo algunos ejemplos de alimentos que son buenos tanto para la diabetes como para la enfermedad crónica de los riñones. Su dietista le puede dar muchas más sugerencias y ayudarlo a encontrar recetas de comidas sabrosas.

  • Frutas: bayas, uvas, cerezas, manzanas, ciruelas
  • Verduras: coliflor, cebolla, berenjena, nabo
  • Proteínas: carnes magras (ave, pescado), huevos, mariscos sin sal
  • Carbohidratos: pan blanco, bagels, panecillos para sándwich, galletas tipo cracker sin sal, pasta
  • Bebidas: agua, gaseosas de dieta claras, té sin endulzar

Este es un ejemplo de cómo la alimentación para la diabetes y la alimentación para la enfermedad crónica de los riñones pueden funcionar bien juntas: Si bebe jugo de naranja para tratar los niveles bajos de azúcar en la sangre, cámbielo por jugo de manzana o uva, que no dañan los riñones. Obtendrá el mismo efecto en su nivel de azúcar en la sangre, pero con mucho menos potasio.

La enfermedad crónica de los riñones en etapa tardía

Sus necesidades nutricionales cambiarán si tiene enfermedad crónica de los riñones en etapa tardía. Si le hacen diálisis, podría necesitar comer más, especialmente, más proteínas. Su apetito puede cambiar porque los alimentos saben distinto.

La diálisis filtra la sangre de la misma manera que lo hacen los riñones, pero no es tan eficaz como tener los riñones sanos. Se le puede acumular líquido en el cuerpo entre un tratamiento y otro. Es posible que deba limitar la cantidad de líquido que bebe y estar atento a si se le produce hinchazón alrededor de los ojos o en las piernas, los brazos o el estómago.

Los niveles de azúcar en la sangre pueden, de hecho, mejorar con la enfermedad crónica de los riñones en etapa tardía. Esto podría deberse a los cambios en la forma en que el cuerpo usa la insulina. Sin embargo, cuando le hacen diálisis, pueden aumentar sus niveles de azúcar en la sangre porque el líquido que usan para filtrar la sangre tiene un alto contenido de glucosa (azúcar). Será difícil predecir la cantidad de insulina y de otros medicamentos para la diabetes que necesitará, por eso, su médico lo vigilará de cerca.

Vea a su dietista

La enfermedad crónica de los riñones y la diabetes cambian con el tiempo, y también lo hará su alimentación. Asegúrese de visitar al dietista según las recomendaciones. Recibirá el apoyo y la confianza que necesita para manejar sus comidas, solucionar problemas y estar lo más sano posible.