De la adolescencia a la adultez cuando se tiene diabetes tipo 1

Mujer joven sentada en su apartamento, rodeada de cajas de mudanza

Ayude a los adolescentes a saber cómo equilibrar su nueva independencia con el autocuidado de la diabetes.

Los adolescentes enfrentan muchos desafíos nuevos después de que terminan la escuela secundaria superior y pasan a su próxima etapa en la vida. Estos desafíos incluyen cómo manejar el dinero, la universidad, las relaciones y el trabajo. Y si se mudan fuera de casa por primera vez, enfrentarán esos desafíos con menos ayuda de sus padres y menos estructura en su vida diaria. Esto tiene un impacto aún mayor en los adolescentes con diabetes.

En general, los padres tenían la función principal en el cuidado de la diabetes al principio, especialmente en el caso de los niños pequeños. Ellos los llevaban a las citas médicas, recogían sus medicamentos y les daban alimentos nutritivos. Eran ellos quienes ayudaban a sus hijos a orientarse en la escuela, las actividades fuera del horario escolar, las fiestas de cumpleaños y otros eventos sociales.

Resulta natural que los adolescentes que estén en camino de convertirse en adultos quieran más independencia y control. Pero más control de su vida puede a menudo significar menos control de su diabetes. Sin una hora límite para llegar a casa, sin comentarios sobre qué están comiendo, nadie más que establezca sus horarios. El cuidado de la diabetes con frecuencia sufre cuando los adolescentes y adultos jóvenes empiezan a tomar decisiones complicadas por sí mismos:

  • Manejar su día a día, desde alimentarse bien hasta administrarse la insulina
  • Encontrar a proveedores de atención médica
  • Hacer citas y mantenerlas
  • Tener suministros a mano

Las personas jóvenes necesitan ayuda para equilibrar con éxito su nueva independencia y el autocuidado de la diabetes. Necesitarán saber cómo ocuparse del lado práctico de la diabetes: cómo surtir recetas de medicamentos y pagarlos, hacer pedidos de suministros, comunicarse con sus médicos, pedir citas de atención médica, y manejar los días de enfermedad. Y también tendrán problemas de todos los días, que surgen cuando uno vive por su cuenta:

  • Tiempo limitado
  • Dinero limitado
  • Horarios irregulares
  • Opciones de alimentos
  • Preocupación por tener un nivel bajo de azúcar en la sangre (hipoglucemia), lo cual puede llevarlos a comer en exceso
  • Menos apoyo

Puede que también estén cansados del trabajo diario que significa tener diabetes y decidan ignorarla. Esto puede ser muy peligroso, especialmente cuando los padres no están allí para notarlo.

Una brecha en la atención médica

Los adolescentes también tienen que dar el salto para pasar de ver a un pediatra a ser atendidos por un proveedor de atención médica para adultos, generalmente sin una hoja de ruta sobre cómo hacerlo. Cuando muchos cambios ocurren al mismo tiempo, como tener nuevos médicos y mudarse de casa, las personas jóvenes tienen más probabilidades de perder citas o de abandonar el cuidado por completo.

Hay otras barreras que pueden dificultarles a los adolescentes y adultos jóvenes hacer el cambio a la atención médica para adultos:

  • No estar contentos de dejar de ver a su pediatra
  • Obtener una remisión y la información de contacto para un nuevo médico
  • Dificultad para conseguir una cita
  • Prioridades en la vida que se contraponen
  • Tener problemas de seguro

Pero contar con una buena atención médica durante esta etapa es muy importante. Los adolescentes y adultos jóvenes con diabetes tienen un riesgo mucho mayor de presentar problemas de salud tempranos, incluso la muerte temprana, que aquellos sin diabetes. Las causas principales incluyen la hipoglucemia (nivel bajo de azúcar en la sangre) y la cetoacidosis diabética.

Mantenerse cerca de las metas recomendadas para los niveles de azúcar en la sangre los ayuda a evitar estos y otros problemas de salud en el futuro. Pero el riesgo de no lograr aquellas metas aumenta más del doble a medida que los adolescentes y adultos jóvenes con diabetes hacen la transición de la atención pediátrica a la atención adulta.

Prepararse para dar el salto

Ayude a los adolescentes a prepararse para manejar con éxito la atención médica de su diabetes antes de que se valgan por sí mismos. Los padres, los adolescentes y el pediatra pueden trabajar juntos para coordinar la atención con nuevos médicos y crear un plan para abordar las necesidades durante el próximo año o dos. Los padres pueden compartir consejos prácticos, como la forma de surtir recetas y hacer citas médicas. También pueden asegurarse de que su adolescente o adulto joven tenga esta lista de verificación básica antes de mudarse de casa:

  • Mantener suministros a mano para manejar los niveles bajos de azúcar en la sangre (y refrigerios saludables para protegerse de los niveles altos).
  • Mantener los suministros organizados para saber cuáles tiene y poder encontrarlos fácilmente.
  • Mantener la información de contacto del equipo de atención médica y la información de los medicamentos en un lugar conveniente.
  • Decirle a personas cercanas que tiene diabetes y cómo pueden ayudarlo si es necesario.
  • Tener un plan para los días en los que esté enfermo.
  • Pedir ayuda si la necesita.
  • Mantenerse en contacto con el equipo de atención médica y decirles si tiene preguntas o preocupaciones.

Cerrar la brecha

El apoyo familiar es el factor de predicción más fuerte de que los adolescentes y adultos jóvenes seguirán su plan de tratamiento de la diabetes. Los padres pueden cumplir la función de “equipo local” para ayudarlos a mantenerse encaminados a medida que se vuelven más autónomos, al realizar lo siguiente:

  • Respetar su nueva independencia, pero mantenerse conectados. Preguntar cómo pueden ayudar.
  • Ayudar al adolescente a entender cómo funciona su plan de seguro, como también sus beneficios y limitaciones.
  • Recordarles a los adolescentes los beneficios a corto plazo del manejo de su diabetes, sin enfocarse únicamente en los problemas de salud a largo plazo. Ellos se sienten más motivados a cuidarse si eso los ayuda a sentirse mejor físicamente y a participar en las actividades normales con sus amigos.
  • Preguntar sobre cualquier asunto en su vida que pudiera estar interfiriendo en el buen autocuidado, como dificultad para hacer y mantener las citas médicas.
  • Alentar al adolescente a que le pida a su proveedor de atención médica una remisión a servicios de educación y apoyo para el automanejo de la diabetes (DSMES). ¡La educación sobre la diabetes está fuertemente relacionada con un mejor manejo de los niveles de azúcar en la sangre!