Testimonio de sobreviviente de Brenda

Foto de Brenda W-L.
“Asegúrense de encontrar tiempo para ustedes; de encontrar un lugar para ustedes; ¡de disfrutar!”

—Brenda W-L., Sobreviviente de cáncer de útero
Edad al momento del diagnóstico: 56

Soy una ciudadana “experimentada” (¡no me gusta usar la palabra anciana!) y una educadora jubilada. Nunca he dado a luz, ¡pero tengo muchos hijos! He trabajado con niños de todas las edades, desde la escuela primaria hasta la universidad, y he desempeñado una amplia variedad de cargos, incluido el de maestra, consejera escolar y subdirectora.

Tuve fibromas por años, pero fue un sangrado intenso y anormal lo que me hizo ir al médico. Ya había pasado por la menopausia, pero algunas veces tenía sangrados muy, muy intensos. Uno de esos episodios de sangrado fue lo que me hizo hacer una cita con el médico. Me enteré de que tenía cáncer en el otoño del 2003, cuando estaba en la escuela. Iba caminando por el pasillo y hablando con mi médico por teléfono. Para cuando llegué a mi escritorio, ya me había dicho que tenía cáncer de útero. En ese preciso momento decidí que el cáncer no era una sentencia a muerte.

Consulté a un oncólogo y a un cirujano. Me operaron en noviembre de 2003 para quitarme el cáncer. Aunque nada te prepara para el dolor después de la operación, sentí alivio al saber que me habían quitado el cáncer por medio de la operación. No necesité más tratamiento. Nada de radiación. Nada de quimioterapia. Han pasado 10 años y me encuentro sin cáncer. Me alegro de haberlo superado y de que ya haya pasado, pero también es cierto que me di tiempo para sanar. Regresé al trabajo en marzo del 2004. Tengo la bendición de contar con una red de apoyo de amigos y familiares en los que puedo confiar. A menudo comparto mi historia con gente de mi comunidad para ayudar a aumentar la concientización.

Aliento a las mujeres a que le presten atención a su cuerpo. Todos tenemos estrés, pero no hay que dejar que eso se transforme en “angustia”. Como mujeres, creemos que tenemos que hacerlo todo. Asegúrense de encontrar tiempo para ustedes; de encontrar un lugar para ustedes; ¡de disfrutar! Comiencen por cuidarse a sí mismas y sanarse a sí mismas. Si uno no está bien, no puede hacer nada por los demás.