Términos utilizados comúnmente

  • Dolor agudo: dolor que suele comenzar de repente y que tiene una causa conocida, como una lesión u operación. Normalmente se pasa a medida que el cuerpo sana y dura menos de tres meses.
  • Analgésicos: medicamentos para aliviar el dolor, incluso medicamentos de venta sin receta como el acetaminofeno (Tylenol®) o el ibuprofeno (Advil®) y opioides recetados.
  • Análogos: fármacos que son similares a otro fármaco en la estructura química o el efecto farmacológico, pero no son idénticos.
  • Benzodiazepinas: algunas veces llamadas “benzos”, son sedantes que suelen utilizarse en el tratamiento de la ansiedad, el insomnio y otras afecciones. La combinación de benzodiazepinas con opioides aumenta el riesgo que tiene una persona de sobredosis y muerte.
  • Dolor crónico: dolor que dura 3 meses o más y que puede ser provocado por una enfermedad o afección, lesión, tratamiento médico, inflamación o un motivo desconocido.
  • Consumo indebido de drogas: el consumo de drogas ilegales o el consumo de fármacos recetados de una manera diferente a la indicada por un médico, como el consumo en cantidades mayores, con más frecuencia, o por más tiempo que lo indicado para tomar un fármaco o usando la receta de otra persona.
  • Drogadicción: el término preferido es trastorno por abuso de sustancias. En referencia a los opioides, véase la definición de “trastorno por consumo de opioides” (OUD, por sus siglas en inglés) a continuación y el recuadro de texto en el que se analiza la diferencia entre “tolerancia”, “dependencia” y “adicción”.
  • Opioides de liberación lenta o absorción prolongada: medicamento de actuación más lenta con una duración más extensa de la acción para alivio del dolor.
  • Fentanilo: el fentanilo farmacéutico es un opioide sintético, aprobado para el tratamiento del dolor intenso, por lo general el dolor provocado por el cáncer en estadio avanzado. Su potencia es 50 a 100 veces mayor que la de la morfina. Sin embargo, el fentanilo fabricado en forma ilegal se comercializa en mercados de drogas ilícitas para su efecto similar al de la heroína y suele mezclarse con heroína u otras drogas, como cocaína, o compactarse en comprimidos de venta con receta falsificados.
  • Heroína: una droga opioide ilegal, altamente adictiva, que se procesa a partir de la morfina y se extrae de ciertas plantas de adormidera.
  • Drogas ilícitas: por consumo no médico de una variedad de drogas que están prohibidas por ley. Estas drogas pueden incluir: estimulantes del tipo de las anfetaminas, marihuana/cannabis, cocaína, heroína, otros opioides y drogas sintéticas, como el fentanilo fabricado ilícitamente y el éxtasis (MDMA).
  • Opioides de liberación inmediata: medicamento de actuación más rápida con una duración más breve de la acción para alivio del dolor.
  • Tratamiento con ayuda de medicamentos (MAT): tratamiento del trastorno por consumo de opioides que combina la administración de medicamentos (metadona, buprenorfina o naltrexona) con asistencia sicológica y terapia conductual.
  • Miligramos equivalentes de morfina (MME): la cantidad de miligramos de morfina a la que es igual una dosis de opioides cuando se receta. El cálculo de los MME refleja las diferencias en el tipo y la potencia de los fármacos opioides.
  • Naloxona: un fármaco que puede revertir los efectos de la sobredosis de opioides y salvar vidas si se administra a tiempo. El fármaco se comercializa con la marca Narcan o Evzio.
  • Estupefacientes: originalmente se referían a cualquier sustancia que embotaba los sentidos y aliviaba el dolor. Algunas personas utilizan el término para referirse a todas las drogas ilegales, pero técnicamente, solo hace referencia a los opioides. Opioide es ahora el término preferido para evitar confusión.
  • Uso extramédico: consumo de fármacos recetados o de receta desviada (fármacos no recetados a la persona que los consume) de una manera diferente, con otros motivos, en cantidad distinta o durante un periodo diferente al de la receta.
  • Tratamiento no opioide: métodos para el manejo del dolor que no requieren opioides. Estos métodos pueden incluir, entre otros, acetaminofeno (Tylenol®) o ibuprofeno (Advil®), terapia cognitivo conductual, fisioterapia, acupuntura, meditación, ejercicio, medicamentos antidepresivos o anticonvulsivos, o tratamientos intervencionistas (inyecciones).
  • Tratamiento no farmacológico: tratamientos sin medicamentos, incluidos tratamientos físicos (por ejemplo, kinesioterapia, pérdida de peso) y tratamientos conductuales (por ejemplo, terapia cognitivo conductual).
  • Opioide: sustancias químicas naturales, sintéticas o semisintéticas que interactúan con receptores de los opioides en las células nerviosas del cuerpo y el cerebro, y reducen la intensidad de las señales y las sensaciones de dolor. Esta clase de sustancias comprende la droga ilegal heroína, los opioides sintéticos, como el fentanilo, y los analgésicos disponibles legalmente por receta, como oxicodona, hidrocodona, codeína, morfina y muchos otros. Los opioides recetados por lo general son seguros cuando se toman por un tiempo corto y según las indicaciones de un médico, pero dado que producen euforia además de alivio del dolor, se pueden utilizar en forma indebida y tienen potencial adictivo.

“Opiáceos” versus “opioides”: si bien estos términos suelen emplearse en forma indistinta, son diferentes:

Opiáceos se refiere a los opioides naturales, como la heroína, la morfina y la codeína.

Opioides se refiere a todos los opioides naturales, semisintéticos y sintéticos.

  • Analgésicos opioides: conocidos comúnmente como opioides recetados, son medicamentos que se han utilizado para tratar el dolor moderado a intenso en algunos pacientes. Las categorías de opioides para los datos de mortalidad comprenden:
    • Analgésicos opioides naturales, incluidas la morfina y la codeína;
    • analgésicos opioides semisintéticos, incluidos fármacos como la oxicodona, hidrocodona, hidromorfona y oximorfona;
    • metadona, un opioide sintético que se puede recetar para la reducción del dolor o para uso en el tratamiento con ayuda de medicamentos para el trastorno por consumo de opioides (OUD, por sus siglas en inglés). Para el tratamiento con ayuda de medicamentos, la metadona se usa bajo la supervisión directa de un proveedor de atención médica;
    • analgésicos opioides sintéticos, que no sean metadona, incluidos fármacos como tramadol y fentanilo.
  • Trastorno por consumo de opioides (OUD): un patrón problemático de consumo de opioides que causa impedimento o malestar significativos. El diagnóstico se basa en criterios específicos como intentos infructuosos por reducir o controlar el consumo, o consumo que genera problemas sociales y el incumplimiento de las obligaciones laborales, escolares u hogareñas, entre otros criterios. El trastorno por consumo de opioides es el término preferido en lugar de otros términos con definiciones similares, como “abuso o dependencia de opioides” o “adicción a los opioides“.
  • Sobredosis: lesión al cuerpo (intoxicación) que ocurre cuando se consume una droga en cantidades excesivas. Una sobredosis puede ser mortal o no.
  • Dependencia física: adaptación a una droga que produce síntomas de abstinencia cuando se deja de tomar.
  • Programas de vigilancia de medicamentos recetados (PDMP): bases de datos electrónicas estatales o territoriales en las que se vigilan las recetas de sustancias controladas. Los programas de vigilancia de medicamentos recetados (PDMP, por sus siglas en inglés) ayudan a los proveedores de atención médica a identificar a pacientes en riesgo de consumo indebido de opioides, trastorno por consumo de opioides o sobredosis debido a la superposición de recetas, dosis altas o recetas de opioides combinados con benzodiazepinas.
¿Cuál es la diferencia entre “tolerancia”, “dependencia” y “adicción”?

La tolerancia a los opioides ocurre cuando una persona que consume opioides comienza a presentar una disminución en la respuesta al medicamento y requiere mayor cantidad de opioides para obtener el mismo efecto.

La dependencia de los opioides ocurre cuando el cuerpo adapta su funcionamiento normal en torno al consumo regular de opioides. Se presentan síntomas físicos desagradables cuando se interrumpe el medicamento.

La adicción a los opioides (trastorno por consumo de opioides o OUD, por sus siglas en inglés) ocurre cuando los intentos por reducir o controlar el consumo son infructuosos o cuando el consumo genera problemas sociales y el incumplimiento de las obligaciones laborales, escolares y hogareñas. La adicción a los opioides suele ocurrir después de que la persona presenta tolerancia y dependencia a los opioides, con lo que la interrupción del consumo se convierte físicamente en un desafío y aumenta el riesgo de abstinencia.

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Esta página fue revisada: el 29 de diciembre del 2020