Paso 3: Aplique una consecuencia
Una vez que haga la advertencia, siempre debe aplicar una consecuencia positiva o negativa. Aplique una positiva si el niño hizo lo que le pidió. Eso le hará saber que a usted le agrada la elección que hizo. Entre las consecuencias positivas están los elogios, los abrazos y las palmadas en la espalda, entre otras cosas. Aplique una consecuencia negativa si su hijo no hizo lo que le pidió. Eso le hará saber que a usted le disgusta la elección que hizo. Ignorarlo, distraerlo, asignarle un tiempo fuera y retrasar o restringir privilegios son ejemplos de consecuencias negativas. Es una buena idea tratar de ignorar al niño o distraerlo como consecuencias potenciales. Si estas no funcionan o no son posibles, piense en consecuencias de sentido común que tengan relación con la mala conducta.
Ignorar
Cuando ignora al niño, deja de prestarle atención a él y a su conducta. Esto, por lo general, ayuda a detener las conductas que su hijo usa para llamar la atención. Estas conductas incluyen cosas como hacer berrinches, quejarse e interrumpir. Cuando lo ignora, usted no mira a su hijo ni habla con él. Ignore todas las protestas o excusas para atraer su atención. Haga clic aquí para saber más sobre cuándo y cómo ignorar. La regla general es que hay que ignorar la conducta hasta que esta se detenga. A veces, esto lleva mucho tiempo. Tal vez sienta que la conducta no se detendrá nunca. No obstante, si su hijo intenta llamar su atención y usted continúa ignorándolo, en algún momento la conducta se detendrá. Una vez que haya ignorado esa mala conducta, puede redirigir la atención del niño hacia otra cosa.
Distracción
Distraer a su hijo también puede ser útil para manejar y prevenir malas conductas. Cuando los niños se distraen, su atención de dirige hacia otra cosa. Si prestan atención a otra cosa, no pueden seguir comportándose mal. Es más fácil usar la distracción cuando planifica por adelantado cómo manejará situaciones que pueden ser difíciles para su hijo. Por ejemplo, si su hijo se comporta mal cuando usted sale a cenar o en viajes largos en automóvil, lleve crayones y papel o juegos pequeños que puedan ayudar a distraerlo. También puede recurrir a juegos como el “Veo veo” (“I spy”), que ayudan a transferir la atención del niño a una actividad positiva para ambos.
Retraso de un privilegio y consecuencias lógicas (o de sentido común)
Retrasar un privilegio significa que su hijo tiene que esperar para obtener lo que quiere. Cuando quita privilegios, usted quita objetos o actividades que le gustan al niño. En el caso de los niños pequeños, los privilegios que se quitan deben relacionarse en forma lógica con la mala conducta. Por eso se llaman consecuencias lógicas o de sentido común. Por ejemplo, si sus hijos se pelean por un juguete, podría quitárselos.
Tiempo fuera
El tiempo fuera retira a su hijo del lugar donde ocurre la mala conducta. El tiempo fuera lo traslada a un sitio sin nada ni nadie que pueda prestarle atención. Haga clic aquí para obtener más información sobre el tiempo fuera y cómo aplicarlo. El tiempo fuera debe usarse inmediatamente después de un mal comportamiento. Puede usar el tiempo fuera por no seguir instrucciones y por no obedecer las reglas de la casa. También puede ser útil cuando el niño hace algo destructivo o peligroso.
Recuerde que los niños pequeños tienen periodos de concentración breves. Es responsabilidad de los padres asegurarse de que el niño entienda lo que hizo mal. La consecuencia no debe ser excesiva. Por ejemplo, la consecuencia por arrojar un juguete podría ser quitárselo por un día o por parte del día. Puede ser demasiado quitárselo durante toda una semana, ya que cuando se lo devuelva, es probable que el niño haya olvidado por qué se lo quitó en primer lugar. Además, si al niño le quitan el juguete durante una semana, se limitan las probabilidades de que demuestre que puede jugar con sus juguetes de forma correcta. Usted no podrá elogiar ni recompensar buenas conductas si no hay una oportunidad para hacerlo.