La resistencia a los antibióticos, los alimentos y los animales de producción

Resistencia a los antimicrobianos

La resistencia a los antimicrobianos ocurre cuando microbios como bacterias y hongos desarrollan la capacidad de neutralizar los medicamentos elaborados para eliminarlos. Eso significa que los microbios no se eliminan y continúan multiplicándose. Algunas intoxicaciones alimentarias son causadas por bacterias resistentes a los antimicrobianos.

La resistencia a los antimicrobianos y las intoxicaciones alimentarias

El suministro de alimentos de los Estados Unidos está entre los más seguros del mundo, pero las personas aún pueden contraer una intoxicación alimentaria si consumen alimentos contaminados. Algunas de las bacterias que causan las intoxicaciones alimentarias son resistentes a los antimicrobianos, lo que significa que ciertos medicamentos no funcionan contra esas bacterias.

Los antibióticos y antimicóticos salvan vidas, pero su uso puede contribuir al desarrollo de microbios resistentes. La resistencia a los antimicrobianos se propaga entre personas, animales y el medio ambiente (por ejemplo, en el agua y la tierra). Detener el desarrollo y la propagación de la resistencia a los antimicrobianos es clave para proteger a las personas, prevenir infecciones y mejorar el uso de los antibióticos y antimicóticos.

Infórmese sobre lo que están haciendo los CDC para ayudar a detener las infecciones resistentes a los antimicrobianos transmitidas por los alimentos, y cómo usted puede protegerse y proteger a su familia.

Síntomas de intoxicación alimentaria

Una persona con una infección transmitida por los alimentos causada por bacterias resistentes a los antimicrobianos tendrá síntomas similares a los de las infecciones causadas por bacterias que pueden ser eliminadas por antibióticos. Los síntomas pueden ser desde leves hasta potencialmente mortales.

Las personas con síntomas leves de intoxicación alimentaria por lo general no necesitan antibióticos para mejorarse.

Los síntomas leves podrían incluir:

  • Náuseas
  • Diarrea
  • Vómitos
  • Dolor de estómago o cólicos estomacales
  • Fiebre

Las personas con una infección grave podrían tener que ir al médico, tomar antibióticos o ser hospitalizadas. Las infecciones resistentes pueden ser difíciles y, algunas veces, imposibles de tratar. Esto puede dar lugar a tratamientos más costosos y a mayores riesgos de tener efectos secundarios.

Los síntomas graves incluyen:

  • Diarrea con sangre.
  • Fiebre alta (temperatura de más de 102 °F, medida en la boca).
  • Vómitos frecuentes que impidan mantener los líquidos en el cuerpo (lo que puede causar deshidratación).
  • Signos de deshidratación, incluida una disminución significativa o falta de orina, boca y garganta muy secas o sensación de mareo cuando se pone de pie.
  • Diarrea que dure más de 3 días.

¿Quién está en mayor riesgo de intoxicación alimentaria?


Cualquier persona puede contraer intoxicaciones alimentarias, pero ciertas cosas hacen que las personas tengan más probabilidades de enfermarse gravemente a causa de una intoxicación alimentaria. Si usted tiene uno de estos factores, quizás su cuerpo no pueda luchar contra microbios y enfermedades con la misma eficacia: personas de 65 años o más, personas menores de 5 años, sistema inmunitario debilitado, o embarazo. Estos grupos tienen riesgo de presentar síntomas o complicaciones graves de la intoxicación alimentaria, como infecciones causadas por bacterias resistentes a los antimicrobianos.

Cómo se pueden propagar a las personas las bacterias resistentes a los antimicrobianos a través de los alimentos o el contacto con animales

Los animales, al igual que las personas, portan bacterias en los intestinos. Esto incluye microbios resistentes a los antimicrobianos, que pueden llegar a los alimentos de varias maneras:

  • Cuando los animales son sacrificados y procesados para producir alimentos, las bacterias resistentes a los antimicrobianos pueden contaminar la carne u otros productos derivados de los animales, por ejemplo, al propagarse de un equipo de procesamiento o recipientes de almacenamiento contaminados.
  • Las heces o excrementos (caca) de animales pueden contener bacterias resistentes que pasen al entorno que los rodea.
  • Las frutas y verduras pueden contaminarse a través del contacto con tierra, agua o fertilizantes que contengan heces o excrementos de animales.

Las personas pueden contraer infecciones intestinales, incluidas las infecciones resistentes a los antimicrobianos, al manipular o comer alimentos contaminados, o al tener contacto con caca de animales sin procesar ni compostar. Las personas pueden tener contacto con la caca de animales ya sea a través del contacto directo con los animales y sus entornos, o al beber agua contaminada o nadar en ella. Las infecciones también se pueden propagar entre las personas.

En los últimos años, los CDC han investigado muchos brotes multiestatales causados por bacterias resistentes a los antimicrobianos. Estos brotes han estado vinculados a alimentos contaminados y al contacto con animales de granja, mascotas, y alimentos y golosinas para mascotas.

Protéjase y proteja a su familia

Cuando prepare alimentos, siga los cuatro pasos para la seguridad alimentaria:

  1. Limpiar. Lávese las manos antes y después de tocar carne, pollo y otras aves, pescados y mariscos o huevos crudos. Limpie los mesones y lave las tablas de cortar y los utensilios después de preparar cada alimento.
  2. Separar. Los microbios de la carne, las aves, los pescados y mariscos, y los huevos crudos se pueden propagar a las frutas, verduras y otros alimentos listos para comer, a menos que los mantenga separados. Use una tabla de cortar o un plato para las carnes crudas y otro para los alimentos que no se cocinarán antes de comerlos. No coloque la carne cocida en un plato que antes tuvo carne cruda.
  3. Cocinar. Use un termómetro de alimentos para asegurarse de que los alimentos estén cocinados a una temperatura interna que sea segura:
    • 145 °F para cortes enteros de carne de res, cerdo, ternera y cordero, como los bistecs, las chuletas y los rostizados (deje que la carne repose 3 minutos antes de cortarla o comerla)
    • 160 °F para carne molida, por ejemplo, de res y de cerdo, y para platos con huevo
    • 165 °F para las aves, incluida la carne de pollo y de pavo molida.
    • Vea cuáles son las temperaturas de cocción segura para otros alimentos
  4. Enfriar. Mantenga su refrigerador a 40 °F o menos y refrigere los alimentos dentro de 2 horas después de haberlos cocinado. Refrigere dentro de 1 hora si el alimento está expuesto a temperaturas que superan los 90 °F (como en el interior de un auto caliente o en un pícnic).

Cuando esté cerca de mascotas y otros animales:

  • Lávese las manos después de tocarlos o de tocar sus alimentos, agua, excrementos, pertenencias (como juguetes y tazones), o su hábitat (como camas, jaulas, tanques, gallineros, establos y caballerizas).

Si cree que se ha enfermado a causa de un alimento, notifíquelo a su departamento de salud local.

Lea las recomendaciones de Salud del viajero de los CDC cuando se esté preparando para un viaje internacional.

Sepa qué otras medidas puede tomar para reducir su riesgo de contraer infecciones, ayudar a detener la propagación de microbios y combatir la resistencia a los antimicrobianos.

Lo que están haciendo los CDC

  • Los CDC dirigen la respuesta de salud pública de los EE. UU. para combatir la resistencia a los antimicrobianos. La Iniciativa de Soluciones contra la Resistencia a los Antimicrobianos (AR, por sus siglas en inglés) de los CDC invierte en la infraestructura nacional para detectar, responder, contener y prevenir las infecciones resistentes, incluso en el suministro de alimentos. Estos esfuerzos incluyen:
  • El monitoreo de las infecciones resistentes a los antimicrobianos y el estudio de cómo surge y se propaga la resistencia.
  • La detección e investigación pronta de los brotes de infecciones resistentes a los antimicrobianos para identificar las fuentes y detener su propagación.
  • La determinación de las fuentes de infecciones resistentes a los antimicrobianos que frecuentemente se propagan a través de los alimentos y los animales.
  • El fortalecimiento de la capacidad de los departamentos de salud estatales y locales para detectar las infecciones resistentes a los antimicrobianos, notificarlas y responder a ellas.
  • La educación del público y las personas que trabajan con alimentos en los métodos de prevención, incluida la manipulación segura de los alimentos, el contacto seguro con los animales y el lavado de manos adecuado.
  • La garantía de que los veterinarios y los productores ganaderos y avícolas, y otras industrias animales como la acuicultura tengan herramientas, información y capacitación sobre el uso correcto de antibióticos y antimicóticos.
  • El apoyo al importante trabajo que la Administración de Alimentos y Medicamentos y el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos están haciendo para mejorar el uso de antibióticos y antimicóticos en la medicina veterinaria y en la agricultura.