Testimonios de participantes

Los programas de cambios de estilo de vida reconocidos por los CDC son una forma eficaz —y divertida— de prevenir la diabetes tipo 2. Escuche lo que dicen personas de la vida real sobre la experiencia de participar en estos programas.

Una foto de Elizabeth Delgado

Elizabeth Delgado, 37 anos, Participante

El programa fue muy agradable porque hablan español. Tratamos de luchar día a día con una lengua que no es nuestra y puede ser difícil. Pero estar con un grupo de 50 personas que hablan mi lengua y entienden mis circunstancias fue muy bien para mí.

Todo lo que ingerimos por la boca alimenta nuestro cuerpo. Y es el único motor que tenemos. Si uno puede evitar una enfermedad cambiando ligeramente su alimentación por qué no hacerlo.

Este programa ayudó mi autoestima. Antes quería bajar mi peso para bajar mi talla. Ahora bajo mi peso para sentirme con energía, para visitar al doctor y que me diga que mi salud es buena. Pienso menos en lo superficial ahora y pienso más en la salud.

En nuestra comunidad no hablamos del estrés. Nos ponemos a trabajar y trabajar sin pensar en el estrés, pero nos causa muchos problemas. Comemos demasiado y nos enojamos fácilmente. El programa me ayudó con el estrés. Antes estaba siempre cansada. Me enfadaba cuando mis hijos gritaban o golpeaban la mesa con sus cucharas. Ahora comprendo que ese enfado era el estrés y con el ejercicio no me estreso tanto.

Una foto de Maria Ortega

Maria Ortega, 52, Participante

Antes no tenía el conocimiento de cómo prevenir la diabetes tipo 2. [En el programa] aprendí a comer bien y bajó mi azúcar.

Fuimos un grupo dinámico. No relajábamos durante la semana porque todos teníamos un gol. Algunas semanas yo no lograba bajar peso. Llegué al programa desmotivada sintiendo que no iba a poder. Y el grupo insistió. Me dijeron “Persiste” y “Sigue”. Fue una de las cosas más positivas del programa.

Ahora como menos cosas fritas, menos pizza, menos fritura, menos pollo frito y menos comida callejera. Tomo menos cerveza. Estoy muy orgullosa de mi cambio de peso. Bajé tres tallas en las blusas en un més (de un 1X a un L) y he mantenido mi peso.

Tengo nietos. Ahora podemos salir a caminar. Caminamos de 15 a 20 bloques y caminamos en el parque. Ahora hacemos ejercicio en la casa por el frio del invierno. Cuando no hace tanto frio salgo a caminar. Ahora me bajo del tren una o dos estaciones antes para caminar. Una lección importante que aprendí es que no tienes que sacrificar todo de golpe. Cambiar es un proceso.

Antes cuando volvíamos a nuestro país, comíamos muchas cosas que ahora no comemos. Antes me sentaba en la playa y tomaba cerveza. Ahora, si como algo frito, solo como un pedacito. Si tomo una cerveza en la playa, voy a nadar o juego en la arena con mis niños y nietos para quemar calorías. No aumentó mi peso durante un viaje a mi país.

Aprendí que a veces mantener el peso en una situación difícil es un éxito. Hay que ir paso a paso.

Lidicy Fernandez, 50, Participante
Me gustó mucho el compañerismo. Todavía estamos en grupo —de la primera parte del programa y de la segunda parte— todavía estamos en contacto por Whatsapp. Nos mandamos fotos y recetas de lo que comemos y nos mandamos fotos haciendo ejercicio. Mantenemos ese contacto afuera de la clase.

Al principio yo pensaba que no quería participar, pero después, cuando fui la próxima semana y yo veía que había otras que bajaban. Decían “¡Yo bajé cuatro libras!” “¡Yo bajé tres!”. Y yo me dije, “Yo voy a comer saludable.” Y desde allí yo rápidamente bajé cuatro libras y luego tres. Al final bajé casi 20 libras.

Manfredi Martinez, 33, Participante

Es importante prevenir la diabetes tipo 2 para mantenerse sano. Tener diabetes tipo 2 perjudica a todos los familiares, no solamente la persona que tiene la condición. Toda la familia asume los gastos económicos cuando uno se enferma.

El grupo motiva bastante. Compartimos experiencias y recetas de nuestros países. Hacemos ejercicio juntos. El grupo me motiva a venir cada semana porque aprendo algo nuevo de cada uno.

Son cambios pequeños pero los resultados han sido positivos. He reducido la cantidad de grasa que uso en la comida. Ahora no como en exceso, ni tampoco como cuando me siento triste. Tomo menos carbohidratos y tomo más agua.