Signos y síntomas

De cada 10 personas infectadas por la bacteria Coxiella burnetii, alrededor de 5 se enfermarán. Por lo general, la enfermedad se desarrolla entre 2 y 3 semanas después de la exposición a las bacterias. Los signos y síntomas de la fiebre Q pueden incluir:

  • Fiebre
  • Escalofríos o sudor
  • Fatiga (cansancio)
  • Dolor de cabeza
  • Dolores musculares
  • Náuseas, vómitos o diarrea
  • Dolor en el pecho
  • Dolor de estómago
  • Pérdida de peso
  • Tos no productiva (seca)

Los síntomas pueden ser leves o graves. Las personas que se enferman gravemente pueden presentar una infección en los pulmones (neumonía) o en el hígado (hepatitis).

Las mujeres que se infectan durante el embarazo pueden estar en riesgo de tener aborto espontáneo, mortinato (feto que nace muerto), parto prematuro o un bebé de bajo peso al nacer.

Fiebre Q crónica

Un muy pequeño porcentaje de personas (menos de 5 de cada 100) que se infectan por la bacteria C. burnetii presentan una infección más grave llamada fiebre Q crónica. La fiebre Q crónica se manifiesta meses o años después de la infección inicial. Las personas con fiebre Q crónica con frecuencia presentan una infección de una o más válvulas cardíacas (llamada endocarditis). Quienes tienen endocarditis pueden presentar sudores nocturnos, fatiga, dificultad para respirar, pérdida de peso o inflamación de sus extremidades. Para diagnosticarla, será necesario que un proveedor de atención médica realice una serie de pruebas.

La fiebre Q crónica es grave y puede ser mortal si no se trata correctamente. La infección de la fiebre Q crónica requiere meses de tratamiento con antibióticos. La fiebre Q crónica tiene más probabilidades de ocurrir en personas con enfermedad de las válvulas cardíacas, anomalías de los vasos sanguíneos, o en personas que tengan el sistema inmunitario debilitado. Las mujeres que se infectan durante el embarazo también pueden estar en riesgo de presentar fiebre Q crónica.