¿Cómo se transmite la rabia?

El virus de la rabia se transmite a través del contacto directo (por ejemplo, de la piel cortada o las membranas mucosas de los ojos, la nariz y la boca) con la saliva o los tejidos del sistema nervioso o del cerebro de un animal infectado.

Las personas por lo general contraen la rabia a través de la mordedura de un animal rabioso. Aunque sea raro, también es posible que la contraigan a través de otros tipos de exposición, que pueden incluir rasguños, abrasiones o heridas abiertas expuestas a la saliva u otro material potencialmente infecciosos de un animal rabioso.  Los otros tipos de contacto, como acariciar a un animal rabioso o tener contacto con su sangre, orina o heces, no se asocian a un riesgo de infección y no se consideran exposiciones que deban causar la preocupación de transmisión de la rabia.

Los otros modos de exposición, además de las mordeduras y los rasguños, son infrecuentes. La inhalación del virus de la rabia aerolizado es una de las posibles rutas de exposición distintas de las mordeduras, pero, excepto por el personal de laboratorio, la mayoría de las personas no se encontrará con aerosoles del virus de la rabia. Se han documentado casos de transmisión de la rabia a través de trasplantes de córnea y de órganos sólidos (vísceras macizas), pero estos también son muy infrecuentes. Solo ha habido dos casos conocidos de donantes de órganos sólidos con rabia en los Estados Unidos desde el 2008. Muchas organizaciones de procuración de órganos han agregado una pregunta de evaluación sobre la exposición a la rabia a sus procedimientos de evaluación de aptitud de cada donante.

La exposición a una persona infectada, sea por mordedura u otro tipo de exposición, podría teóricamente transmitir la rabia, pero no se ha documentado ningún caso semejante. El contacto casual, como tocar a una persona con rabia o el contacto con líquidos o tejidos no infecciosos (orina, sangre, heces), no se asocia al riesgo de infección. El contacto con una persona que esté recibiendo la vacunación contra la rabia no constituye una exposición, no representa un riesgo de infección y no requiere profilaxis posexposición.

El virus de la rabia deja de ser infeccioso cuando se seca y se expone a la luz del sol. Diferentes condiciones ambientales afectan la velocidad con que el virus se vuelve inactivo, pero en general, si el material que lo contiene está seco, se puede considerar que el virus ya no es infeccioso.

¿Qué animales pueden tener rabia?

Todos los mamíferos pueden contraer la rabia, pero solo pocas especies actúan como reservorios importantes de la enfermedad. En los Estados Unidos se han identificado distintas cepas de la rabia en murciélagos, mapaches, zorrillos, zorros y mangostas. En muchas otras partes del mundo la rabia en los perros todavía es común.