Historias personales sobre la tuberculosis

La historia de Kelly

 

Al haber sido un paciente con tuberculosis y ser un médico que atiende a pacientes con esta afección, el Dr. Holland conoce el impacto que la tuberculosis tiene en la vida de los pacientes. Quiere aumentar la concientización sobre la tuberculosis entre sus colegas proveedores de atención médica.

El Dr. Kelly Holland se despertó una mañana y tuvo tos con sangre. Estaba alarmado, como lo hubiera estado cualquier otra persona. Pero como médico, estaba especialmente consciente de todas las cosas terribles que esto podría significar.

Un par de semanas antes de ese incidente, había ido a la sala de emergencias en medio de la noche con dolor de pecho, tos y sudoración. Le dijeron que probablemente era neumonía y le dieron un antibiótico. En retrospectiva, ahora ve que esa fue una oportunidad perdida para que le diagnosticaran tuberculosis.

“Esto es lo que veo generalmente como médico. A una persona se le da tratamiento para la tos dos o tres veces hasta que las cosas realmente empeoran o alguien se pregunta ‘¿será tuberculosis?’. Espero que eso cambie porque cuanto más tiempo esté una persona enferma en la comunidad, se puede enfermar más y puede ser más peligroso para ella; además, como es una enfermedad transmitida por el aire tan contagiosa, cuanto más tiempo esté en la comunidad, más puede transmitirla”, dice el Dr. Holland.

Una vez que le diagnosticaron tuberculosis, su primera preocupación fue su familia. Sabía que la tuberculosis es una enfermedad transmitida por el aire y le preocupaba que podría haber expuesto a su hijo pequeño y su esposa. Luego pensó en sus compañeros de trabajo y pacientes. Le preocupaba especialmente que podría haber expuesto a los bebés recién nacidos.

“En los muy pequeños la tuberculosis puede evolucionar muy rápidamente. Es una enfermedad aterradora y puede causar meningitis, que es una infección que ocurre alrededor del cerebro y la columna vertebral. Tenía terror de que yo, que había prometido atender a esas personas y eliminar su sufrimiento, podría haber hecho su situación mucho más peligrosa y terrible”, recuerda el Dr. Holland.

Habló con el departamento de salud local, que notificó a los compañeros de trabajo y los pacientes y les hizo la prueba de detección de la tuberculosis. Estaba agradecido con el personal del departamento de salud por haber intervenido y haber conversado sobre la necesidad de hacerse la prueba de detección con quienes podrían haber estado expuestos.

“Sé que el personal y los departamentos de salud pública siempre están trabajando, aunque no se note, pero no fue hasta que me enfermé que vi cómo se pusieron a la altura de la situación y se ocuparon de todo. No creo que podría haber lidiado con las preguntas de la gente, aunque quizás hubiera sabido las respuestas. Hubiera sido demasiado abrumador y muy difícil para mí. Pero nuestra infraestructura de salud pública, es decir, el personal, verdaderamente se puso a la altura de la situación, como lo hace siempre, aguantó la presión e hizo lo que tenía que hacer. Averiguó quiénes tenían que hacerse la prueba para mantenerlos seguros”, reflexiona el Dr. Holland.

Afortunadamente, después de hacer las pruebas de detección, ninguna de las personas que podrían haber estado expuestas se enfermó.

Su experiencia como paciente durante el tratamiento y el proceso de recuperación le dio una perspectiva única a la que ahora apela cuando atiende a pacientes con tuberculosis. Ahora toma la precaución de explicarles a sus pacientes con tuberculosis que, si bien el tratamiento con medicamentos puede durar nueve meses, según el tipo de tuberculosis, el proceso de recuperación podría durar incluso más.

Ya recuperado de la tuberculosis, el Dr. Holland trabaja para crear conciencia entre sus colegas médicos y otras personas.

“Olvidamos que sigue siendo la enfermedad infecciosa que más muertes causa en el mundo. No es algo del pasado. Está aquí mismo, está muy presente. Pero espero que podamos seguir educando, no solo a la comunidad y a la población del país en general, sino especialmente a los profesionales de atención médica”, concluye el Dr. Holland.