Los CDC actualizan y simplifican las recomendaciones sobre los virus respiratorios

Las recomendaciones son más fáciles de seguir y ayudan a proteger a las personas que están en mayor riesgo.

Comunicado de prensa

Para su publicación inmediata: viernes, 1.0 de marzo del 2024
Contacto: Departamento de Relaciones con los Medios de Comunicación de los CDC
(404) 639-3286

Los CDC publicaron hoy recomendaciones actualizadas sobre cómo las personas pueden protegerse y proteger a sus comunidades contra los virus respiratorios, incluido el que causa el COVID-19. Las nuevas directrices brindan un enfoque unificado para abordar los riesgos de una variedad de enfermedades respiratorias virales comunes, como el COVID-19, la influenza (gripe) y el virus respiratorio sincitial (VRS), los cuales pueden causar efectos significativos en la salud y una sobrecarga para los hospitales y los trabajadores de la salud. Los CDC están actualizando sus recomendaciones ahora porque en los EE. UU. se están viendo muchas menos hospitalizaciones y muertes asociadas al COVID-19, y porque tenemos más herramientas que nunca para combatir la influenza, el COVID y el VRS.

“El anuncio de hoy refleja el progreso que hemos realizado en la protección contra el COVID-19 grave”, dijo la directora de los CDC, Dra. Mandy Cohen. “Sin embargo, aún debemos usar las soluciones de sentido común que sabemos que funcionan para protegernos y proteger a los demás contra la enfermedad grave causada por virus respiratorios; esto incluye vacunarnos, recibir tratamiento y quedarnos en casa cuando estemos enfermos”, agregó.

Como parte de las directrices, los CDC proporcionan recomendaciones activas sobre las medidas y estrategias básicas de prevención:

  • Mantenerse al día con las vacunas para proteger a las personas contra la enfermedad grave, la hospitalización y la muerte. Esto incluye vacunarse contra la influenza, el COVID-19 y el VRS, si se es elegible.
  • Practicar una buena higiene al cubrirse la nariz y la boca al toser o estornudar, lavarse o desinfectarse las manos a menudo y limpiar las superficies que se tocan frecuentemente.
  • Tomar medidas para tener aire más limpio, como hacer entrar más aire fresco de afuera, purificar el aire en interiores o reunirse al aire libre.

Cuando las personas se enferman a causa de un virus respiratorio, las directrices actualizadas recomiendan que se queden en casa y lejos de los demás. Para las personas con COVID-19 e influenza, hay tratamientos disponibles que pueden aliviar los síntomas y disminuir el riesgo de enfermarse gravemente. Las recomendaciones indican que las personas vuelvan a las actividades normales cuando, por al menos 24 horas, los síntomas estén mejorando en general y, si tuvieron fiebre, esta haya desaparecido sin el uso de medicamentos que la reducen.

Una vez que las personas retomen sus actividades normales, se las alienta a que adopten estrategias de prevención adicionales durante los 5 días siguientes para limitar la propagación de la enfermedad, como tomar más medidas para tener aire más limpio, aumentar las prácticas de higiene, usar una mascarilla que se ajuste bien a la cara, mantener distancia de los demás y hacerse pruebas de detección de virus respiratorios. Mejorar las precauciones es especialmente importante para proteger a quienes estén en mayor riesgo de enfermarse gravemente, como las personas de más de 65 años y las que tengan el sistema inmunitario debilitado. Las directrices actualizadas de los CDC reflejan cómo han cambiado las circunstancias que rodean al COVID-19 en particular. Si bien sigue siendo una amenaza, hoy en día es mucho menos probable que el virus cause enfermedad grave, gracias a la inmunidad generalizada y a las mejores herramientas disponibles para prevenir y tratar la enfermedad. Es importante notar que los estados y países que ya han ajustado los periodos de aislamiento que se recomiendan no han tenido un aumento de hospitalizaciones o muertes relacionadas con el COVID-19.

Aunque no todos los virus respiratorios actúan de la misma manera, adoptar un enfoque unificado para limitar la propagación de enfermedades hace que las recomendaciones sean más fáciles de seguir y, por lo tanto, que sea más probable que se adopten; y no se depende de que las personas se hagan pruebas de detección de enfermedades, una práctica que según los datos es despareja.

“La conclusión es que cuando las personas siguen estas recomendaciones prácticas para evitar enfermarse, y para protegerse a sí mismas y a los demás si se enferman, esto ayudará a limitar la propagación de virus respiratorios; y eso significa que menos personas se enfermarán gravemente”, dijo el director del Centro Nacional de Vacunación y Enfermedades Respiratorias, Dr. Demetre Daskalakis. “Eso incluye tomar mejores precauciones que puedan ayudar a proteger a las personas que estén en mayor riesgo de enfermarse gravemente”, explicó.

Las directrices actualizadas también incluyen secciones específicas con consideraciones adicionales para las personas que estén en mayor riesgo de enfermarse gravemente a causa de virus respiratorios, como las que estén inmunodeprimidas, las que tengan discapacidades, las que estén o estuvieron recientemente embarazadas, los niños pequeños y los adultos mayores. Los virus respiratorios siguen siendo una amenaza de salud pública. Los CDC seguirán enfocando sus esfuerzos en garantizar que el público tenga la información y las herramientas para reducir su riesgo de contraer enfermedades respiratorias al protegerse a sí mismo, a sus familias y comunidades.

Estas directrices actualizadas están dirigidas a entornos comunitarios. No hay cambios en las directrices sobre virus respiratorios para los entornos de atención médica.

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DEPARTAMENTO DE SALUD Y SERVICIOS HUMANOS DE LOS EE. UU.

Los CDC trabajan a toda hora para proteger la salud y seguridad de las personas en los Estados Unidos. Ya sean enfermedades que comienzan en el país o en el extranjero, curables o prevenibles, crónicas o agudas, causadas por actividad humana o por un ataque deliberado, los CDC responden a las amenazas para la salud más apremiantes en los Estados Unidos. Los CDC tienen su sede en Atlanta y cuentan con expertos en todos los Estados Unidos y el mundo.