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La teniosis en los seres humanos es una infestación parasitaria causada por las especies de tenia Taenia saginata (tenia bovina), Taenia solium (tenia porcina, lombriz solitaria) y Taenia asiatica (tenia asiática). La infestación con estos parásitos puede suceder al comer carne de res (T. saginata) o carne de cerdo (T. solium y T. asiatica) cruda o poco cocida. La teniosis típicamente provoca síntomas gastrointestinales leves. También puede cursar sin síntomas.

La infestación en los seres humanos ocurre mediante el consumo de carne de res o carne de cerdo infestada, cruda o poco cocida. Una vez ingerida, los cisticercos se adhieren al intestino delgado y se convierten en tenias adultas en el transcurso de 2 meses. Las tenias adultas producen proglótidos que maduran, se desprenden y migran al ano, y luego se eliminan a través de las heces.

Las tenias de la especie T. saginata generalmente miden entre 4 y 12 metros de largo, pero pueden llegar a medir 25; las tenias adultas producen entre 1000 y 2000 proglótidos o gusanos, y cada uno de estos puede producir una cantidad de hasta 100 000 huevos.

Las tenias T. solium (porcinas) son más pequeñas, miden entre 2 y 8 metros de largo, producen un promedio de 1000 proglótidos o gusanos, y cada uno de estos puede producir 50 000 huevos.

Las tenias T. asiatica varían en longitud entre los 4 y 8 metros, producen 700 proglótidos o gusanos, y pueden producir 80 000 huevos por proglótido.

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Enfermedad

Debido al gran tamaño de las tenias de la especie T. saginata, la teniasis causada por esta especie suele provocar más síntomas que las causadas por las tenias T. solium o T. asiatica. Los síntomas típicos de la teniasis son malestar epigástrico leve, náuseas, flatulencia, diarrea y hambre dolorosa. En algunos casos, la eliminación de segmentos de tenia en las heces es perceptible.

El síntoma más visible de teniasis es la eliminación de proglótidos (segmentos de tenia) por el ano y las heces. En casos inusuales, los proglótidos pueden obstruir la luz del apéndice, las vías biliares o los conductos pancreáticos.

Diagnóstico

La teniasis se diagnostica mediante la identificación microscópica de huevos y proglótidos en las heces; sin embargo, estos solo se excretan aproximadamente a los 2-3 meses de establecida la tenia adulta en el yeyuno superior. La repetición de los análisis y las de técnicas de concentración aumentan la probabilidad de que se detecten las infecciones leves. Se recomienda el análisis de 3 muestras fecales, recolectadas en distintos días, para aumentar la sensibilidad de los métodos de microscopía. Los huevos de las tenias de diferentes especies no se pueden distinguir; sin embargo, se puede determinar la especie si se encuentran proglótidos grávidos maduros (o, en casos más inusuales, si se analiza el escólex).

Se han creado recientemente análisis moleculares y de coproantígenos que son más sensibles que el de heces, pero estos análisis no están disponibles todavía fuera del ámbito de los laboratorios de investigación. Se pueden usar métodos serológicos, que también están disponibles solo en el ámbito de investigación, para la identificación de portadores de la tenia T. solium.

Los contactos del hogar de los casos de neurocisticercosis deben ser evaluados para determinar si tienen teniasis y reducir el riesgo de cisticercosis.

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Tratamiento

El medicamento que se usa más frecuentemente para el tratamiento de la teniasis activa es el praziquantel, administrado por vía oral en dosis única de 5-10 mg/kg en los adultos y en los niños. La evidencia disponible parece indicar que el uso de la dosis única de 10 mg/kg puede producir tasas más altas de cura que la dosis de 5 mg/kg. Como alternativa, se puede usar niclosamida, administrada por vía oral en dosis única de 2 g en los adultos y en dosis única de 50 mg/kg en los niños. Otra opción para el tratamiento de la teniasis es el albendazol, administrado en dosis de 400 mg al día durante tres días; sin embargo, esta opción se basa en estudios en los que se trató a una pequeña cantidad de personas con tenias T. solium o T. saginata. Para identificar la especie, después del tratamiento, se pueden recoger muestras fecales durante 3 días para analizarlas en busca de proglótidos o escólex, de ser necesario. Se deben volver a hacer análisis de muestras fecales 1 y 3 meses después del tratamiento en busca de huevos de tenia para asegurarse de que la infestación esté resuelta.

Tanto el praziquantel como el albendazol deben usarse con cautela en los pacientes con cisticercosis presunta. Existen informes de casos de convulsiones que pueden haberse asociado temporalmente al tratamiento.

El praziquantel oral está disponible para uso humano en los Estados Unidos.

La niclosamida NO está disponible para uso humano en los Estados Unidos.

El albendazol oral está disponible para uso humano en los Estados Unidos.

El praziquantel y el albendazol no están aprobados por la Administración de Alimentos y Medicamentos de los EE. UU. (FDA) para el tratamiento de la teniasis.

Praziquantel

Nota sobre el tratamiento durante el embarazo

El praziquantel está en la categoría B de riesgo fetal. No hay estudios adecuados ni bien controlados en mujeres embarazadas. Sin embargo, la evidencia disponible no parece indicar que hubiera alguna diferencia en cuanto a desenlaces adversos entre los niños nacidos de mujeres que se habían tratado accidentalmente con praziquantel durante las campañas de prevención en masa y aquellos nacidos de mujeres no tratadas. En las campañas de prevención en masa para las cuales la Organización Mundial de la Salud (OMS) determine que el beneficio del tratamiento supera el riesgo, la OMS fomenta el uso de praziquantel en cualquier etapa del embarazo. En los entornos clínicos de atención individual, el tratamiento de mujeres embarazadas con infestaciones debe analizarse teniendo en cuenta el riesgo de progresión de la enfermedad en ausencia de tratamiento.

Categoría B de riesgo fetal: 1) No se ha mostrado riesgo fetal en los estudios sobre su efecto en la reproducción realizados con animales, pero no hay estudios controlados con mujeres embarazadas; o 2), se han mostrado efectos adversos (más allá de fertilidad reducida) en los estudios sobre sus efectos en la reproducción realizados con animales, pero no han sido confirmados mediante estudios controlados con mujeres en el primer trimestre del embarazo (y no hay evidencia de riesgo en los trimestres posteriores).

Nota sobre el tratamiento durante la lactancia

El praziquantel se excreta en bajas concentraciones en la leche humana. Conforme con las directrices de la OMS para las campañas de prevención en masa, se fomenta el uso de praziquantel durante la lactancia. En los entornos clínicos de atención individual, se debe usar praziquantel en las mujeres durante la lactancia solamente cuando el riesgo para el niño supere el riesgo de progresión de la enfermedad en la madre en ausencia del tratamiento.

Nota sobre el tratamiento en pacientes pediátricos

La seguridad del praziquantel en los niños menores de 4 años no ha sido establecida. Muchos niños menores de 4 años han sido tratados en campañas de prevención en masa y en estudios de esquistosomiasis, sin que se informaran efectos adversos. En los entornos clínicos de atención individual, el riesgo del tratamiento en niños menores de 4 años con infestaciones debe analizarse teniendo en cuenta el riesgo de progresión de la enfermedad en ausencia de tratamiento.

Niclosamida

Nota sobre el tratamiento durante el embarazo

La niclosamida está en la categoría B de riesgo fetal. Los datos sobre el uso de niclosamida durante el embarazo son limitados. No se cree que la niclosamida se adsorba de manera sistémica. Se debe usar la niclosamida durante el embarazo solo si el beneficio potencial justifica el riesgo potencial para el feto.

Categoría B de riesgo fetal: 1) No se ha mostrado riesgo fetal en los estudios sobre su efecto en la reproducción realizados con animales, pero no hay estudios controlados con mujeres embarazadas; o 2), se han mostrado efectos adversos (más allá de fertilidad reducida) en los estudios sobre sus efectos en la reproducción realizados con animales, pero no han sido confirmados mediante estudios controlados con mujeres en el primer trimestre del embarazo (y no hay evidencia de riesgo en los trimestres posteriores).

Nota sobre el tratamiento durante la lactancia

Se desconoce si la niclosamida se excreta en la leche materna, si bien no se cree que se adsorba de manera sistémica. La Organización Mundial de la Salud (OMS) clasifica la niclosamida como fármaco compatible con la lactancia materna, si bien los datos sobre su uso durante la lactancia son limitados.

Nota sobre el tratamiento en pacientes pediátricos

La seguridad de la niclosamida en los niños no ha sido establecida, si bien no se cree que se adsorba de manera sistémica. La evidencia disponible parece indicar que los perfiles de seguridad son compatibles en los niños de 2 años o mayores y en los adultos.

Albendazol

Nota sobre el tratamiento durante el embarazo

El albendazol está en la categoría C de riesgo fetal. Los datos sobre el uso de albendazol durante el embarazo son limitados; sin embargo, la evidencia disponible no parece indicar que hubiera alguna diferencia en cuanto a anomalías congénitas entre los niños nacidos de mujeres que fueron tratadas accidentalmente con albendazol durante las campañas de prevención en masa y aquellos nacidos de mujeres no tratadas. En las campañas de prevención en masa para las cuales la Organización Mundial de la Salud (OMS) determine que el beneficio del tratamiento supera el riesgo, la OMS permite el uso de albendazol en el segundo y tercer trimestre del embarazo. Sin embargo, el riesgo del tratamiento en las mujeres embarazadas con infestaciones debe analizarse teniendo en cuenta el riesgo de progresión de la enfermedad en ausencia del tratamiento.

Categoría C de riesgo fetal: 1) Se han mostrado resultados adversos en el feto en los estudios realizados con animales (teratogénicos, embriocidas o de otro tipo) y no hay estudios controlados con mujeres embarazadas; o 2), no hay estudios disponibles con mujeres o animales. El medicamento solo debe administrarse si el beneficio potencial justifica el riesgo potencial para el feto.

Nota sobre el tratamiento durante la lactancia

Se desconoce si el albendazol se excreta en la leche humana. El albendazol debe usarse con cautela en las mujeres lactantes.

Nota sobre el tratamiento en pacientes pediátricos

No se sabe con certeza si el albendazol es seguro en los niños menores de 6 años. Los estudios sobre el uso de albendazol en niños a partir de tan solo 1 año de edad parecen indicar que es seguro para su uso. Conforme a las directrices de la OMS para las campañas de prevención en masa, el albendazol puede utilizarse en niños a partir de tan solo 1 año de edad. En estas campañas se ha tratado con albendazol a muchos niños menores de 6 años, si bien con una dosis reducida.

Esta página fue revisada el: el 8 de enero del 2021