Las enfermedades de transmisión sexual (ETS) notificadas alcanzan un nivel sin precedentes por sexto año consecutivo

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En el 2019 se notificaron más de 2.5 millones de casos de clamidia, gonorrea y sífilis.

Nuevos datos publicados por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) muestran que en los Estados Unidos los casos anuales notificados de enfermedades de transmisión sexual (ETS) continuaron aumentando en el 2019, alcanzando un nivel sin precedentes por sexto año consecutivo.

El Informe de vigilancia de las ETS del 2019, recientemente publicado, encontró lo siguiente:

• Las tres ETS más comúnmente notificadas en el 2019 fueron clamidia, gonorrea y sífilis, con 2.5 millones de casos notificados.
• Hubo un aumento de casi el 30 % en estas ETS de notificación obligatoria entre el 2015 y el 2019.
• El aumento más pronunciado fue en los casos de sífilis entre los recién nacidos (es decir, sífilis congénita), que casi se cuadriplicaron entre el 2015 y el 2019.

“Hace menos de 20 años, las tasas de gonorrea en los EE. UU. estaban en un nivel bajo sin precedentes, la sífilis estaba cerca de ser eliminada y los avances en el diagnóstico de la clamidia facilitaron la detección de infecciones”, dijo el Dr. Raúl Romaguera, DMD, MPH, director interino de la División de Prevención de Enfermedades de Transmisión Sexual de los CDC. “Desde entonces ese progreso se ha desmoronado y nuestras defensas contra las ETS han caído. Debemos priorizar y centrar nuestros esfuerzos para recuperar el terreno perdido y controlar la propagación de las ETS”, agregó.

Las ETS pueden tener consecuencias graves en la salud. Las personas con estas infecciones no siempre tienen los síntomas de la enfermedad, pero si no se tratan, algunas infecciones pueden aumentar el riesgo de infección por el VIH, o pueden causar dolor pélvico crónico, enfermedad inflamatoria pélvica, infertilidad, complicaciones graves en el embarazo y en los recién nacidos, y muerte de bebés.

Los datos de los CDC del 2019 proveen el panorama reciente más completo de las tendencias de las ETS en los Estados Unidos antes de la pandemia del COVID-19. Datos preliminares del 2020 parecen indicar que muchas de estas tendencias preocupantes continuaron en el 2020, cuando gran parte del país pasó por serias alteraciones de los servicios de pruebas de detección y tratamiento de las ETS debido a la pandemia del COVID-19.

La carga de las ETS no es equitativa

La carga de las ETS aumentó en general y entre muchos grupos en el 2019. Pero continuó afectando mayormente a grupos de minorías raciales y étnicas, hombres gais y bisexuales, y a los jóvenes.

Grupos de minorías raciales y étnicas

• Tasas de las ETS en el 2019:
• Para las personas afroamericanas o de raza negra, fueron 5 a 8 veces mayores que para las personas de raza blanca no hispanas.
• Para las personas indoamericanas o nativas de Alaska y para las nativas de Hawái o de otras islas del Pacífico, fueron 3 a 5 veces mayores que para las personas de raza blanca no hispanas.
• Para las personas hispanas o latinas, fueron 1 a 2 veces mayores que para las personas de raza blanca no hispanas.

Hombres gais y bisexuales

• Constituyeron casi la mitad de todos los casos de sífilis primaria y secundaria en el 2019.
• Las tasas de gonorrea fueron 42 veces mayores que las de los hombres heterosexuales en algunas áreas.

Personas jóvenes de 15 a 24 años años

• Constituyeron hasta el 61 % de los casos de clamidia.
• Constituyeron hasta el 42 % de los casos de gonorrea.

“El enfoque en las poblaciones más afectadas es esencial para reducir disparidades”, dijo Jo Valentine, MSW, directora adjunta de la Oficina de Equidad en la Salud en la División de Prevención de Enfermedades de Transmisión Sexual de los CDC. “Para reducir estas disparidades de manera eficaz, se deben abordar las condiciones sociales, culturales y económicas que hacen más difícil que algunas poblaciones se mantengan sanas. Estas condiciones incluyen pobreza, situación de vivienda inestable, consumo de drogas, falta de seguro médico o de un proveedor habitual de atención médica, y alta carga de las ETS en algunas comunidades”, agregó.

El COVID-19 destaca las necesidades y oportunidades de control de las ETS

Antes de la pandemia del COVID-19, las reducciones en las pruebas de detección de las ETS, el tratamiento, la prevención y los servicios de notificación a las parejas contribuyeron a los aumentos de las ETS por muchos años. Desde que comenzó la pandemia, grandes cantidades de miembros del personal de programas para las ETS a nivel estatal y local han sido destinados a la respuesta al COVID-19, lo cual puede causar más retrasos en los servicios.

De acuerdo con una encuestaexternal icon, hasta enero del 2021 alrededor de una tercera parte del personal de programas para las ETS a nivel estatal y local todavía estaba prestando asistencia para las actividades de respuesta al COVID-19. El personal también reporta desgaste profesional (burnout) a medida que cambia de la respuesta al COVID-19 retornando a los servicios de intervención y de notificación sobre las ETS para las parejas. Como se indica en el reciente informeexternal icon sobre las infecciones de transmisión sexual de la Academia Nacional de Ciencias, Ingeniería y Medicina, “la pandemia del COVID-19 ha expuesto debilidades en la preparación de salud pública debido a una infraestructura débil, una fuerza laboral con poca capacitación y pocos recursos, y capacidad limitada ante un aumento repentino de la demanda”.

La pandemia del COVID-19 exacerbó los problemas de un sistema para el control de las ETS en los Estados Unidos que ya estaba abrumado y aceleró la necesidad de brindar de nuevas maneras servicios relacionados con las ETS que sean accesibles y de alta calidad. Los CDC han identificado varias maneras nuevas e innovadoras en que los servicios para la atención de las ETS pueden llegar a más personas donde estas estén —durante la pandemia del COVID-19 y en el futuro—, los cuales incluyen:

• Centros médicos “express” para las ETS, que proporcionen pruebas de detección y tratamiento sin cita previa y sin un examen clínico completo.
• Asociaciones con farmacias y centros médicos en tiendas minoristas, los cuales pueden proporcionar nuevos puntos de acceso a los servicios para las ETS (p. ej., pruebas de detección en el sitio y tratamiento).
• Telesalud o telemedicina, que puede cerrar las brechas en las pruebas de detección y el tratamiento, asegurar el acceso a proveedores de atención médica, apoyar la realización de pruebas o recolección de muestras por parte del paciente, y que es especialmente importante en las áreas rurales.

Muchos de estos servicios se encuentran entre las estrategias destacadas en el Plan estratégico nacional para las enfermedades de transmisión sexual del Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos (HHS)external icon, recientemente publicado. Este Plan brinda una hoja de ruta para desarrollar, mejorar y ampliar programas de prevención y cuidados a nivel nacional, estatal, tribal y local a lo largo de los próximos cinco años para revertir el curso de la epidemia de infecciones de transmisión sexual.

“Las ETS no van a esperar a que se termine la pandemia, de modo que debemos enfrentar el desafío ahora”, dijo el Dr. Romaguera. “Estos nuevos datos deberían crear una sensación de urgencia y movilizar los recursos necesarios, de modo que los informes futuros puedan contar una historia diferente”, añadió.

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Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidosexternal icon

Los CDC trabajan a toda hora para proteger la salud y seguridad de las personas en los Estados Unidos. Ya sean enfermedades que comienzan en el país o en el extranjero, curables o prevenibles, crónicas o agudas, causadas por actividad humana o por un ataque deliberado, los CDC responden a las amenazas de salud más apremiantes en los Estados Unidos. Los CDC tienen su sede principal en Atlanta y cuentan con expertos en todos los Estados Unidos y el mundo.