Prevención de enfermedades respiratorias ocupacionales por exposición causadas por la humedad en edificios de oficinas, escuelas y otros edificios no industriales

DHHS (NIOSH) publicación N.º 2013-102
noviembre de 2012

El no prevenir la humedad en los edificios puede tener un costo alto


Contenido

Prevenir la humedad en edificios y corregir con rapidez los problemas de humedad cuando ocurren son consideraciones importantes no solo para proteger la salud de los ocupantes sino también para reducir al mínimo los costos asociados con la reparación o el reemplazo de materiales del edificio dañados por la humedad. Un saneamiento de gran extensión puede costar millones de dólares. Además, pueden surgir costos relacionados con el traslado de empleados, licencias por enfermedad, indemnizaciones de empleados, disminución en la productividad, evaluaciones de consultores y litigios.

Un ejemplo costoso es el del palacio de justicia del condado y su edificio de oficinas construido al sur de Florida entre 1986 y 1989. A semanas de haberse mudado al edificio, los trabajadores informaron una variedad de síntomas, incluidos irritación en los ojos y en la garganta, fatiga y dolores de cabeza. También informaron el crecimiento de moho visible debajo del empapelado de las paredes del perímetro del edificio [NIOSH 1996].

Las paredes exteriores de cada edificio tenían una capa de ladrillos en la primera planta y una capa de estuco en las plantas superiores. En 1988, las paredes exteriores se agrietaron, lo que permitió que durante los años siguientes entrase el agua de lluvia a las cavidades de las paredes exteriores. Faltaban orificios de drenaje, los cuales permiten que el agua de lluvia de las cavidades de las paredes salga al exterior, y los que había algunas veces estaban tapados con argamasa en la base de la capa de ladrillos. El papel tapiz de vinilo atrapaba la humedad dentro de estas paredes. Para el año 1992, alrededor de 100 metros cuadrados de las placas de pared (en su mayoría, las paredes del perímetro) parecían tener crecimiento de moho. La alfombra en el perímetro de cada planta estaba completamente mojada debido al ingreso de agua de lluvia. Los sistemas de ventilación no podían deshumidificar con eficacia el aire que entraba a los edificios. Desde 1988 hasta 1992, la humedad relativa en ambos edificios a menudo excedía el 70% y, a veces, hasta el 80%. El agua de las unidades de ventilación ubicadas sobre el cielorraso suspendido de cada planta y el agua proveniente de la condensación en las tuberías de agua fría que no estaban aisladas correctamente se filtraba en los paneles del cielorraso. Para el año 1992, casi todas las tejas del cielorraso en ambos edificios estaban hundidas o pandeadas debido al alto nivel de humedad relativa interior. Más de 100 paneles del cielorraso estaban manchados con agua y tenían moho visible. El aire en ambos edificios tenía olor a humedad [Hodgson et al. 1998].

Al menos 14 de los aproximadamente 200 empleados que trabajaban en los edificios solicitaron indemnización por enfermedades relacionadas con la condición de los edificios. Los empleados fueron trasladados por dos años durante los trabajos de saneamiento. El costo del saneamiento y la restauración excedió los 24 millones de dólares, más del doble de los 11 millones de dólares que costó construir los edificios. En un juicio con jurado, el dueño de los edificios, Martin County, de Florida, obtuvo 13.7 millones de dólares por parte de una empresa de construcción y tres aseguradoras en concepto de daños. Martin County también llegó a diferentes acuerdos en demandas relacionadas contra otras partes por la suma de casi 3 millones de dólares [Chen et al. 1998].

Esta página fue revisada el: 21 de enero de 2015
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