Historias de la vida real de personas que tienen diabetes durante el embarazo

Estar embarazada y tener diabetes

Una mujer embarazada en un festival.

“Siento que debería cambiar el título a ‘Tener diabetes y estar embarazada’ porque parecería que, antes que nada, yo era una persona con diabetes quien casualmente estaba embarazada. Sabía menos con respecto a mi embarazo de lo que sabía sobre mis números.

“Tres meses antes de quedar embarazada me diagnosticaron la diabetes y recién estaba empezando a aprender sobre ella y cómo afectaba a mi cuerpo, cuando me enteré del embarazo. ¡Estaba contentísima! ¡Estaba increíblemente feliz! Hasta que fui al médico especialista en fertilidad, quien me dijo: ‘Debes controlar tu diabetes. Tus números necesitan mejorar o tu hijo tendrá defectos de nacimiento’. Quedé en shock. Había estado intentando tener un bebé por tres años y esperaba disfrutar las buenas noticias por un rato.

“Un poco después, fui a ver a mi obstetra y me di cuenta de que iba a tener que trabajar mucho para manejar mi diabetes durante el embarazo. Me aplicaba insulina cuatro veces al día y chequeaba mi azúcar cuatro veces al día. Hacía un seguimiento de estos números y llamaba al consultorio de mi obstetra todos los días para darles la información. Si estaba ocupada y me olvidaba, el personal del consultorio me llamaba.

“Con todo el estrés, finalmente empecé a sentir que estaba haciendo todo lo correcto por mi bebé cuando la primera cita para hacer la ecografía del corazón del bebé tuvo que ser reprogramada. No tenían turnos por varias semanas. Entonces, les pregunté si realmente necesitaba hacérmela ya que el embarazo estaba casi a término. El doctor dijo que, como había mantenido la diabetes bajo control, tenía el mismo riesgo que cualquier otra mujer embarazada. Por fin pude respirar profundamente y saber que había hecho todo lo mejor posible por mi bebé.

“Mi hermoso bebé nació saludable a las 39 semanas. No hubo problemas. ¡Estaba perfecto! No obstante, aprendí que la diabetes no es broma; es una enfermedad sobre la que uno tiene que pensar en todo momento cada día. Y cuando estás embarazada, tienes que preocuparte por lo que les está haciendo a ti y al bebé. En mi caso, no desapareció después del nacimiento del bebé, por lo cual ahora tengo que pensar en la diabetes cada minuto de cada día para poder criarlo, enseñarle un estilo de vida saludable con la esperanza de que él no tenga diabetes, y, más que nada, quiero estar aquí cuando él tenga hijos”.