Materiales útiles para los pacientes
Vivir con dolor crónico puede ser difícil. Es esencial que usted y su médico analicen las opciones de tratamiento con una cuidadosa consideración de todos los riesgos y beneficios. Algunos medicamentos, como los opioides recetados, pueden ayudar a aliviar el dolor en el corto plazo, pero también conllevan riesgos graves y complicaciones potenciales, y se deben recetar y consumir con cuidado. Las Directrices de los CDC para la prescripción de opioides para el dolor crónico ayudan a aumentar la capacidad de los proveedores de atención médica para ofrecer un manejo más seguro y eficaz del dolor. Las Directrices y los recursos de apoyo respaldan la toma de decisiones médicas sobre la prescripción de opioids.
El dolor agudo es dolor que suele comenzar de repente y que tiene una causa conocida, como una lesión o una operación. Normalmente se pasa a medida que el cuerpo sana y dura menos de tres meses. Para este tipo de dolor, las recetas de opioides deben ser solo para la duración prevista del dolor lo suficientemente intenso como para necesitar opioides. Tres días o menos suelen ser suficientes; rara vez se necesitan más de siete días.
Ya sea que sienta dolor crónico desde hace tiempo o un dolor nuevo a raíz de una lesión, hay diferentes maneras para manejar el dolor de forma segura y mejorar su vida cotidiana. Tal vez deba probar unas cuantas opciones diferentes antes de encontrar la adecuada para usted. Comience la conversación con su médico para asegurarse de que conoce todos los riesgos y beneficios de tratamientos diferentes, y cómo reducir el riesgo de la adicción a opioids.
Si usted o alguien cercano a usted necesita ayuda debido a un trastorno por consumo de sustancias, hable con su médico, llame a la línea nacional de ayuda de SAMHSA al 1-800-662-HELP o vaya al Localizador de servicios de tratamiento de salud conductual de SAMHSAexternal icon.
