Artritis reumatoide

Anciana asiática sosteniendo su mano con dolor

La artritis reumatoide, o AR, es una enfermedad autoinmunitaria e inflamatoria, lo cual significa que el sistema inmunitario ataca por error a las células sanas del cuerpo, causando inflamación (hinchazón dolorosa) en las partes del cuerpo afectadas.

La AR ataca principalmente a las articulaciones, por lo general muchas a la vez. La AR comúnmente afecta las articulaciones de las manos, las muñecas y las rodillas.

En las articulaciones con AR, el recubrimiento de la articulación se inflama, causándole daño al tejido articular. Este daño al tejido puede causar dolor duradero o crónico, inestabilidad (falta de equilibrio) y deformidad (malformación).

La AR también puede afectar otros tejidos en el cuerpo y causar problemas en órganos tales como los pulmones, el corazón y los ojos.

¿Cuáles son las causas de la AR?

La AR es el resultado de una respuesta inmunitaria en la que el sistema inmunitario del cuerpo ataca a sus células saludables. Las causas específicas de la AR son desconocidas, pero algunos factores pueden aumentar el riesgo de presentar la enfermedad.

¿Cómo se diagnostica la AR?

La AR se diagnostica al revisar los síntomas, realizar un examen físico y hacer radiografías y análisis de laboratorio. Se recomienda diagnosticar la AR de manera temprana (dentro de los seis meses desde la aparición de los síntomas) para que las personas puedan comenzar el tratamiento para desacelerar o detener el empeoramiento de la enfermedad (por ejemplo, daño a las articulaciones). El diagnóstico y los tratamientos eficaces, particularmente los tratamientos para reducir o controlar la inflamación, pueden ayudar a disminuir los efectos dañinos de la AR.

¿Quién debería diagnosticar y tratar la AR?

Un médico o un equipo de médicos que se especialicen en el cuidado de pacientes con AR deberían diagnosticar y tratar la enfermedad. Esto es particularmente importante porque los signos y síntomas de la AR no son específicos y pueden parecerse a los de otras enfermedades inflamatorias de las articulaciones. Los médicos que se especializan en artritis se llaman reumatólogos, y pueden realizar el diagnóstico correcto. Para encontrar un proveedor cerca suyo, visite la base de datos de reumatólogosexternal icon en el sitio web del Colegio Estadounidense de Reumatología (ACR, por sus siglas en inglés).

¿Cómo se trata la AR?

La AR se puede tratar y manejar de manera eficaz con medicamentos y estrategias de automanejo. El tratamiento para la AR generalmente incluye el uso de medicamentos que desaceleran la enfermedad y previenen la deformidad de las articulaciones, llamados fármacos antirreumáticos modificadores de la enfermedad (FARME); los modificadores de la respuesta biológica (productos biológicos) son medicamentos que funcionan de manera eficaz como un tratamiento de segunda línea. Además de los medicamentos, las personas pueden manejar su AR con estrategias de automanejo que se ha comprobado que alivian el dolor y reducen la discapacidad, lo cual les permite a las personas dedicarse a las actividades que les importan. Las personas con AR pueden aliviar el dolor y mejorar la función de las articulaciones al aprender a usar 5 estrategias para el manejo de la artritis simples y eficaces.

Para obtener más información sobre el tratamiento de AR, revise las Directrices de prácticas clínicas para el tratamiento de la artritis reumatoideexternal icon del Colegio Estadounidense de Reumatología (ACR) o la Página del paciente de artritis reumatoideexternal icon.

Signos y síntomas de la AR

Con la AR, hay momentos en que los síntomas empeoran (conocidos como crisis) y momentos en que los síntomas mejoran (conocidos como periodos de remisión).

Los signos y síntomas de la AR incluyen:

  • Dolor o molestia en más de una articulación.
  • Rigidez en más de una articulación.
  • Sensibilidad e hinchazón en más de una articulación.
  • Los mismos síntomas en ambos lados del cuerpo (como en ambas manos o ambas rodillas).
  • Pérdida de peso.
  • Fiebre.
  • Fatiga o cansancio.
  • Debilidad.

Factores de riesgo de la AR

Los investigadores han estudiado una cantidad de factores genéticos y ambientales para determinar si cambian el riesgo de una persona de presentar AR.

Características que aumentan el riesgo

  • Edad. La AR puede presentarse en cualquier edad, pero la probabilidad aumenta con los años. La aparición de la AR es mayor entre los adultos de entre 60 y 69 años.
  • Sexo. Los casos nuevos de AR por lo general son entre dos y tres veces más altos en las mujeres que en los hombres.
  • Rasgos genéticos o hereditarios. Las personas que nacieron con genes específicos tienen una mayor probabilidad de presentar AR. Estos genes, llamados antígenos leucocitarios humanos (HLA, por sus siglas en inglés) de clase II, también pueden empeorar la artritis. El riesgo de AR puede llegar al máximo cuando las personas con estos genes están expuestas a factores ambientales como fumar o cuando una persona es obesa.
  • Tabaquismo. Múltiples estudios muestran que fumar cigarrillos aumenta el riesgo de una persona de presentar AR y puede empeorar la enfermedad.
  • Antecedentes de recién nacidos vivos. Las mujeres que nunca han dado a luz pueden tener un riesgo mayor de presentar AR.
  • Exposiciones en los primeros años de vida. Algunas exposiciones en los primeros años de vida pueden aumentar el riesgo de presentar AR en la adultez. Por ejemplo, un estudio descubrió que los niños cuyas madres fumaban tenían un riesgo doble de presentar AR como adultos. Los niños con padres de ingresos más bajos tienen un mayor riesgo de presentar AR como adultos.
  • Obesidad. Ser obeso puede aumentar el riesgo de presentar AR. Los estudios que examinan el rol de la obesidad también descubrieron que cuanto más sobrepeso tenía una persona, mayor era su riesgo de presentar AR.

Características que pueden reducir el riesgo

A diferencia de los factores de riesgo anteriores, los cuales pueden aumentar el riesgo de presentar AR, al menos una característica podría reducir este riesgo.

  • Lactancia materna. Las mujeres que han amamantado a sus bebés tienen un riesgo reducido de presentar AR.

¿Cuáles son las complicaciones de la AR?

La artritis reumatoide (AR) tiene muchas consecuencias físicas y sociales y puede empeorar la calidad de vida. Puede causar dolor, discapacidad y muerte prematura.

  • Enfermedad cardiaca prematura. Las personas con AR también tienen un mayor riesgo de presentar otras afecciones crónicas, como enfermedades cardiacas y diabetes. Para prevenir que las personas con AR presenten enfermedades cardiacas, el tratamiento de la AR también se enfoca en reducir los factores de riesgo de las enfermedades cardiacas. Por ejemplo, los médicos les recomendarán a los pacientes con AR que dejen de fumar y bajen de peso.
  • Obesidad. Las personas con AR que son obesas tienen un mayor riesgo de presentar factores de riesgo de enfermedades cardiacas, como presión arterial alta y colesterol alto. El ser obeso también aumenta el riesgo de presentar afecciones crónicas, como enfermedades cardiacas y diabetes. Por último, las personas con AR que son obesas obtienen menos beneficios de su tratamiento médico en comparación con las personas con AR que no son obesas.
  • Pérdida de trabajo. La AR puede dificultar el trabajo. Los adultos con AR tienen una menor probabilidad de estar empleados que aquellos que no tienen AR. A medida que la enfermedad empeora, muchas personas con AR descubren que no pueden hacer la cantidad de cosas que hacían antes. La pérdida de trabajo entre las personas con AR es más alta entre las personas que tienen trabajos físicamente exigentes. La pérdida de trabajo es menor entre las personas con trabajos con pocas exigencias físicas, o con trabajos donde tienen influencia sobre el ritmo y las actividades laborales.

¿Cómo se puede manejar la AR y mejorar la calidad de vida?

La AR afecta muchos aspectos de la vida diaria, como el trabajo, el ocio y las actividades sociales. Por suerte, existen múltiples estrategias de bajo costo en la comunidad que se ha comprobado que mejoran la calidad de vida.

Para la AR, en particular:

  • Dejar de fumar.Fumar cigarrillos empeora la enfermedad y puede causar otros problemas médicos. Fumar también puede dificultar más mantenerse activo físicamente, lo cual es una parte importante de manejar la AR. Obtenga ayuda para dejar de fumar al visitar Estoy listo para dejar de fumar en el sitio web de la Campaña de los CDC sobre Consejos de exfumadores.

El Programa de los CDC contra la Artritis reconoce 5 estrategias de automanejo para manejar la artritis y sus síntomas. Estas también pueden ayudar con la AR.

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