Gota

La gota es una forma común de artritis inflamatoria que es muy dolorosa. Generalmente afecta una articulación a la vez (a menudo la del dedo gordo del pie). Hay momentos en que los síntomas empeoran (conocidos como crisis de gota) y momentos en los que no hay síntomas (conocidos como periodos de remisión). Los episodios recurrentes de gota pueden causar artritis gotosa, un tipo de artritis que va empeorando.

No hay cura para la gota, pero esta afección se puede tratar y manejar de manera eficaz con medicamentos y estrategias de automanejo.

Hombre afroamericano agarrando su dedo gordo del pie con dolor, con gota

¿Qué causa la gota?

La gota es causada por una afección conocida como hiperuricemia, en la que hay demasiado ácido úrico en el cuerpo. El cuerpo genera ácido úrico cuando descompone purina, la cual se encuentra en el cuerpo y en los alimentos que consume. Cuando hay demasiado ácido úrico en el cuerpo, se pueden acumular cristales de ácido úrico (urato monosódico) en las articulaciones, los líquidos y los tejidos en el cuerpo. La hiperuricemia no siempre causa gota, y si no existen síntomas de gota, no se necesita tratar.

¿Cómo se diagnostica la gota?

Un médico diagnostica la gota al evaluar sus síntomas y los resultados de su examen físico, sus radiografías y sus análisis de laboratorio. La gota solo puede diagnosticarse durante una crisis cuando una articulación está caliente al tacto, hinchada y dolorida y cuando un análisis de laboratorio encuentra cristales de ácido úrico en la articulación afectada.

¿Quién debería diagnosticar y tratar la gota?

La enfermedad debe ser diagnosticada y tratada por un médico o un equipo de médicos especializados en la atención de los pacientes con gota. Esto es importante porque los signos y síntomas de la gota no son específicos y pueden parecerse a los de otras enfermedades inflamatorias. Los médicos que se especializan en gota y otros tipos de artritis se llaman reumatólogos. Para encontrar un proveedor cerca suyo, visite la base de datos de reumatólogosexternal iconexternal icon en el sitio web del Colegio Estadounidense de Reumatología. Una vez que un reumatólogo haya diagnosticado y tratado efectivamente su gota, un proveedor de atención primaria generalmente puede darle seguimiento a su afección y ayudarlo a manejarla.

¿Cómo se trata la gota?

La gota se puede tratar y manejar de manera eficaz con un tratamiento médico y estrategias de automanejo. Su proveedor de atención médica podría recomendar un plan de tratamiento médico para lo siguiente:

  • Manejar el dolor de una crisis. El tratamiento de las crisis consiste en medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE) como el ibuprofeno, los esteroides y el antiinflamatorio llamado colchicina.
  • Prevenir crisis futuras. Hacer cambios en su dieta y estilo de vida, tales como perder peso, limitar el consumo de alcohol, comer menos alimentos ricos en purina (como carne roja o vísceras), podría ayudar a prevenir ataques futuros. Cambiar o dejar de tomar medicamentos asociados a la hiperuricemia (como diuréticos) también podría ayudar.
  • Prevenir la formación de tofos y cálculos renales como resultado de niveles altos crónicos de ácido úrico. Los tofos son depósitos duros de ácido úrico que se encuentran debajo de la piel. Para las personas que presentan crisis agudas o gota crónica, los médicos podrían recomendar una terapia preventiva para disminuir los niveles de ácido úrico en la sangre mediante medicamentos como alopurinol, febuxostat y pegloticasa.

Además de un tratamiento médico, puede manejar su gota con estrategias de automanejo. Automanejo es lo que hace día a día para manejar su afección y mantenerse sano, como tomar decisiones de estilo de vida saludables. Se ha comprobado que las estrategias de automanejo descritas debajo alivian el dolor y reducen la discapacidad, para que usted pueda dedicarse a las actividades que le importan.

¿Cómo se puede manejar la gota y mejorar la calidad de vida?

La gota afecta muchos aspectos de la vida diaria, como el trabajo y las actividades de ocio. Por suerte, existen muchas estrategias de automanejo de bajo costo que se ha comprobado que mejoran la calidad de vida de las personas con gota.

Para la gota, en particular:

  • Lleve una alimentación saludable. Evite alimentos que podrían provocar una crisis de gota, lo cual incluye alimentos con un contenido alto de purina (como una alimentación rica en carne roja, vísceras y mariscos o pescados) y limite el consumo de alcohol (especialmente la cerveza y los licores fuertes).

El Programa de los CDC contra la Artritis reconoce 5 estrategias de automanejo para manejar la artritis y sus síntomas. Estas también pueden ayudar con la gota.

Signos y síntomas de la gota

Las crisis de gota empiezan de manera repentina y pueden durar días o semanas. A estas crisis les siguen periodos largos de remisión (semanas, meses o años) sin síntomas antes de que comience otra crisis. La gota generalmente ocurre en una articulación a la vez. A menudo se encuentra en el dedo gordo del pie. Junto con este dedo, las articulaciones que generalmente se ven afectadas son las del resto de los dedos del pie, el tobillo y la rodilla.

Los síntomas en las articulaciones afectadas pueden incluir:

  • Dolor, generalmente intenso
  • Inflamación
  • Enrojecimiento
  • Calor
¿Qué aumenta las probabilidades de tener gota?

Lo siguiente aumenta las probabilidades de que presente hiperuricemia, lo cual causa gota:

  • Ser del sexo masculino
  • Ser obeso
  • Tener ciertas afecciones, por ejemplo:
    • Insuficiencia cardiaca congestiva
    • Hipertensión (presión arterial alta)
    • Resistencia a la insulina
    • Síndrome metabólico
    • Diabetes
    • Funcionamiento renal deficiente
  • Usar ciertos medicamentos, como diuréticos (pastillas para orinar).
  • Tomar alcohol. Cuanto más alcohol se consume, mayor es el riesgo de gota.
  • Consumir alimentos y bebidas con alto contenido de fructosa (un tipo de azúcar).
  • Tener una alimentación con alto contenido de purina, que el cuerpo descompone en ácido úrico. Los alimentos con alto contenido de purina, tales como carne roja, vísceras y algunos tipos de mariscos o pescados como anchoas, sardinas, mejillones, vieiras, truchas y atún.