Garantía de calidad de la espirometría: Los errores más comunes y su impacto en los resultados de la prueba

DHHS (NIOSH) publicación N.º 2012-116
enero 2012

Portada para la publicación 2012-116

 

La espirometría es la prueba de función pulmonar más común (PFP) y juega un papel central en los programas de vigilancia de las enfermedades respiratorias ocupacionales. Una prueba precisa de espirometría, su interpretación y seguimiento son fundamentales para la vigilancia efectiva de los trabajadores expuestos a riesgos respiratorios y para el manejo de pacientes en la práctica clínica.

La garantía de calidad de la espirometría incluye el estudio de los valores de la prueba y la evaluación de las curvas tanto de volumen-tiempo como de flujo-volumen para evidenciar los errores técnicos. Técnicamente una espirometría deficiente puede tener poco valor e incluso podría proporcionar información equivocada. Cuando se detectan curvas erróneas, a menudo se necesitan maniobras adicionales. Durante las pruebas, los técnicos deben intentar registrar una prueba válida, la cual está compuesta de al menos 3 maniobras aceptables (“repetibles”) con resultados consistentes para la CVF y para el VEF1. El logro de la repetitividad durante la prueba significa que la diferencia entre el valor mayor y el segundo valor mayor para la CVF y el VEF1 están dentro de 0.15 l (150 ml). Maniobras adicionales pueden ser intentadas, hasta un máximo de 8, para alcanzar el criterio de una prueba válida. Incluso las pruebas que tienen 3 maniobras aceptables de las cuales al menos 2 son repetibles podrían no representar el máximo esfuerzo de una persona. Idealmente debería haber 3 curvas de esfuerzo máximo con las mismas dimensiones y forma.

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