Prevención de lesiones por pinchazos (piquetes de aguja) en entornos clínicos

DHHS (NIOSH) publicación N.º 2000-108
noviembre de 1999

Antecedentes

Contenido

Más de ocho millones de trabajadores sanitarios en los Estados Unidos desempeñan labores en hospitales y otros entornos clínicos. No se cuenta con datos precisos a nivel nacional acerca del número de pinchazos y otras lesiones percutáneas que sufren cada año los trabajadores sanitarios; sin embargo, las estimaciones indican que cada año ocurren entre 600.000 y 800.000 lesiones de este tipo [Henry y Campbell 1995; EPINet 1999]. Alrededor de la mitad de estas lesiones no son reportadas [Roy y Robillard 1995; EPINet 1999; CDC 1997a; Osborn et al. 1999]. Los datos del sistema EPINet sugieren que en un hospital promedio, los trabajadores sufren aproximadamente 30 lesiones por pinchazos por cada 100 camas al año [EPINet 1999].

Las lesiones por pinchazos reportadas con más frecuencia afectan al personal de enfermería, laboratorio, médicos, personal de mantenimiento y otros trabajadores sanitarios. Algunas de estas lesiones exponen a los trabajadores a patógenos contenidos en la sangre que pueden transmitir infecciones. Los patógenos más importantes entre éstos son el VHB, VHC y el VIH. Las infecciones producidas por cada uno de estos patógenos pueden poner en peligro la vida, pero son prevenibles.

El impacto emocional de una lesión por pinchazo puede ser severo y prolongado, incluso cuando no se transmita una infección grave. Este impacto es particularmente severo cuando la lesión causa exposición al VIH. En un estudio de 20 trabajadores sanitarios que habían sufrido exposición al VIH, 11 reportaron una angustia pronunciada, 7 sintieron una angustia moderada persistente y 6 renunciaron a su trabajo como consecuencia de la exposición [Henry et al. 1990]. También se han reportado otras reacciones de angustia que requirieron ayuda psicológica [Armstrong et al. 1995]. No saber si el paciente origen de la exposición está infectado o no es algo que puede agravar la preocupación del trabajador sanitario. Además del trabajador sanitario expuesto, los colegas y miembros de su familia también pueden verse afectados emocionalmente.

VIH

Entre 1985 y junio de 1999, se reportaron a los Centros para la Prevención y el Control de Enfermedades (CDC) totales acumulados de 55 casos “documentados” y 136 casos “posibles” de transmisión ocupacional del VIH a trabajadores sanitarios de los EE.UU. [CDC 1998a]. Se trataba en su mayor parte de personal de enfermería y técnicos de laboratorio. Las lesiones percutáneas (es decir, pinchazo) estuvieron asociadas con 49 (89%) de las transmisiones documentadas. De estos casos, 44 estuvieron vinculados con agujas huecas, la mayor parte de las cuales se utilizaron para extraer sangre o insertar un catéter intravenoso.

† Trabajadores sanitarios que tenían VIH documentado luego de una exposición ocupacional o tenían alguna otra evidencia de laboratorio de infección ocupacional de VIH.

‡ Trabajadores sanitarios que fueron objeto de investigación y (1) no tenían riesgos identificables de conducta o por transfusión, (2) informaron haber sufrido exposiciones percutáneas o mucocutáneas ocupacionales a la sangre o fluidos corporales o a soluciones de laboratorio que contenían VIH, pero (3) no tenían seroconversión documentada de VIH como resultado de una exposición ocupacional específica.

Infección por VIH es una enfermedad compleja que puede estar vinculada a muchos síntomas. El virus ataca algunos componentes del sistema inmunológico del organismo, lo cual conduce eventualmente a infecciones graves así como otras complicaciones. Esta condición se conoce como SIDA. A pesar de que actualmente existen terapias que hacen más lento el avance de la enfermedad transmitida por el VIH, la mayor parte de los trabajadores sanitarios que contraen infección por VIH tienen probabilidades de finalmente padecer SIDA y morir.

VHB

La información suministrada por los programas de seguimiento de la hepatitis a nivel nacional se utilizan para estimar el número de infecciones de VHB en los trabajadores sanitarios. En 1995, alrededor de 800 trabajadores sanitarios se infectaron con el VHB [datos no publicados de los CDC]. Esta cifra representa una disminución de 95% en comparación con los 17.000 nuevos casos de infección estimados para 1983. Esta disminución fue en gran medida el resultado de programas generalizados de administración de la vacuna de la hepatitis B a todos los trabajadores sanitarios así como el uso de las precauciones universales y otras medidas requeridas por los estándares de patógenos contenidos en la sangre emitidos por la Administración de Salud y Seguridad Ocupacional (OSHA) [29 CFR§ 1910.1030].

§ Código de Regulaciones Federales. Véase CFR en Referencias.

Entre un tercio y la mitad de las personas con infección aguda de VHB presentan síntomas tales como ictericia, fiebre, náuseas y dolor en el abdomen. La mayor parte de las infecciones agudas terminan por desaparecer, pero entre un 5% y un 10% de los pacientes desarrollan una infección crónica con VHB que conlleva un riesgo permanente estimado en un 20% de morir de cirrosis y un 6% de riesgo de morir de cáncer del hígado [Shapiro 1995].

VHC

La infección por virus de la hepatitis C es la infección más común transmitida por la sangre en los EE.UU., la cual afecta a aproximadamente 4 millones de personas [CDC 1998b]. Aunque la prevalecencia de infección de VHC en los trabajadores sanitarios es similar a la de la población general (1% a 2%) [CDC 1998b], resulta claro que los trabajadores sanitarios presentan un riesgo ocupacional más elevado de contraer infección de VHC. En un estudio en el que se evaluaban los factores de riesgo de contraer esta infección, se vinculó de manera independiente un antecedente de lesión no intencional por piquete con la infección por VHC [Polish et al. 1993]. Se ignora cuántos trabajadores sanitarios han contraído el VHC por contacto ocupacional. Sin embargo, del total de infecciones agudas por VHC que se han presentado cada año (el cual oscila entre 100.000 en 1991 y 36.000 en 1996), entre 2% y 4% han ocurrido en trabajadores sanitarios con exposición a sangre en su lugar de trabajo [Alter 1995, 1997; datos no publicados de los CDC].

La infección por VHC con frecuencia no tiene síntomas o sólo los tiene muy leves. Pero a diferencia del VHB, se presentan infecciones crónicas en un 75% a 85% de los pacientes, y enfermedad activa del hígado en un 70%. De los pacientes con enfermedades activas del hígado, entre 10% y 20% presentan cirrosis, y entre 1% y 5% cáncer del hígado [CDC 1998b].

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