Preguntas frecuentes

P: ¿Causan las vacunas trastornos del espectro autista (TEA)?

R: Muchos estudios han investigado si hay una relación entre las vacunas y los trastornos del espectro autista (TEA). Hasta la fecha, los estudios siguen demostrando que las vacunas no están asociadas a los TEA.

Sin embargo, los CDC saben que algunos padres y otras personas siguen teniendo esta inquietud. Para abordar estas preocupaciones, los CDC forman parte del Comité Coordinador Interagencial para el Autismo (IACC)external icon, el cual trabaja en este tema con el Comité Asesor Nacional sobre las Vacunas (NVAC)external icon. El trabajo del NVAC es aconsejar y hacer recomendaciones sobre el Programa Nacional de Vacunas. La comunicación entre el IACC y el NVAC permitirá que cada grupo comparta sus destrezas y conocimientos, mejore la coordinación y promueva un mejor uso de los recursos de investigación sobre las vacunas.

Para obtener más información sobre las vacunas y los TEA, consulte:

Oficina de Seguridad de las Vacunas

Tabla sobre la investigación de los CDC acerca de las vacunas y los TEA pdf icon[130 KB, 2 páginas, 508]

P: ¿Existe una epidemia de TEA?

R: Más que nunca, ahora hay más personas a las que se les ha diagnosticado un TEA. No está claro de manera exacta en qué medida este incremento se debe a una definición de TEA más amplia o a que han mejorado los esfuerzos de diagnóstico. Sin embargo, no se puede descartar un incremento real en la cantidad de personas con un TEA. Creemos que el aumento en la cantidad de diagnósticos de TEA se debe, probablemente, a una combinación de estos factores.

Los CDC están trabajando con sus colaboradores para estudiar la prevalencia de los TEA a lo largo del tiempo y así poder determinar si la cantidad de niños con estos trastornos está aumentando, disminuyendo o si permanece igual.

Sabemos que los TEA son más comunes de lo que pensábamos y debemos considerarlos una preocupación de salud pública importante.

Todavía queda mucho por aprender sobre los TEA. Además, una mayor preocupación en las comunidades, una continua demanda por servicios e informes que estiman una prevalencia de aproximadamente el 1.7 por ciento muestran la necesidad de contar con una respuesta nacional coordinada e importante para mejorar la vida de las personas con TEA.

Obtenga más información sobre la cantidad de personas con TEA »

P: ¿Se puede diagnosticar un TEA en los adultos?

R: Sí, a los adultos se les puede diagnosticar un TEA. El diagnóstico incluye revisar los antecedentes médicos de la persona, observar su conducta y hacerle algunas pruebas sicológicas. Sin embargo, puede ser más difícil hacer un diagnóstico en un adulto porque no siempre es posible conocer los antecedentes del desarrollo durante sus primeros años de vida y un historial largo de otros diagnósticos podría complicar el diagnóstico de un TEA. Debido a que el estudio de los TEA se ha concentrado en los niños, todavía tenemos mucho que aprender sobre la prevalencia y las causas de estos trastornos a lo largo de la vida de una persona. Las intervenciones conductuales pueden ser eficaces para los adultos que enfrentan un nuevo diagnóstico de autismo.

P: ¿Qué son las enfermedades o los trastornos mitocondriales?

R: Las mitocondrias son partes diminutas que hay en casi todas las células del cuerpo. Las mitocondrias son como la fuente de energía de las células. Convierten el azúcar y el oxígeno en la energía que las células necesitan para funcionar.

En las enfermedades mitocondriales, las mitocondrias no pueden convertir eficientemente el azúcar y el oxígeno en energía, por lo que las células no funcionan correctamente.

Hay muchos tipos de enfermedades mitocondriales y estas pueden afectar distintas partes del cuerpo: el cerebro, los riñones, los músculos, el corazón, los ojos, los oídos y otras partes. Las enfermedades mitocondriales pueden afectar una parte del cuerpo o muchas partes en forma leve o muy grave.

No todas las personas con una enfermedad mitocondrial tienen síntomas. Sin embargo, en lo que respecta a las enfermedades mitocondriales que tienden a afectar a los niños, los síntomas por lo general aparecen en los primeros años de la niñez y en la edad prescolar.

Las enfermedades y los trastornos mitocondriales son lo mismo.

P: ¿Hay una relación entre la enfermedad mitocondrial y el autismo?

R: Un niño con una enfermedad mitocondrial:

  • también puede tener un trastorno del espectro autista,
  • puede tener algunos de los signos o síntomas de autismo, o
  • puede que no tenga signos ni síntomas relacionados con el autismo.

Un niño con autismo podría tener o no una enfermedad mitocondrial. Cuando un niño tiene autismo y una enfermedad mitocondrial, a veces también presenta otros problemas, como epilepsia, problemas de tono muscular o trastornos del movimiento.

Se necesitan más investigaciones para saber qué tan común es que las personas tengan autismo y una enfermedad mitocondrial. En estos momentos, eso parece ser raro. En general, es necesario investigar más sobre las enfermedades mitocondriales y el autismo.

P: ¿Qué es la encefalopatía regresiva?

R: “Encefalopatía” es un término médico que se usa para referirse a una enfermedad o trastorno del cerebro. Por lo general, significa una disminución del funcionamiento del cerebro.

La “regresión” ocurre cuando una persona pierde las destrezas que solía tener, como hablar, caminar o hasta la interacción social.

Tener “encefalopatía regresiva” significa que hay una enfermedad o trastorno en el cerebro que hace que una persona pierda las destrezas que tenía.

Sabemos que algunas veces los niños con enfermedades mitocondriales parecen desarrollarse como deberían, pero al llegar a los primeros años de la niñez o a la edad prescolar tienen una regresión. La enfermedad estuvo ahí todo el tiempo, pero algo la activó. Esto podría ser una mala nutrición, una enfermedad como la influenza o gripe, una fiebre alta, deshidratación o algo más.

P: ¿Hay una relación entre el autismo y la encefalopatía?

R: La mayoría de los niños con un trastorno del espectro autista no tienen y no han tenido una encefalopatía. Algunos niños con un trastorno del espectro autista han tenido regresión y algunos han tenido encefalopatía regresiva.

P: ¿Qué se sabe de la relación entre la enfermedad mitocondrial y otros trastornos relacionados con el cerebro?

R: Distintas partes del cerebro tienen distintas funciones. El área del cerebro que es dañada por una enfermedad mitocondrial determina cómo es afectada la persona. Esto significa que una persona podría tener convulsiones, dificultad para hablar o interactuar con otras personas, dificultad para comer, debilidad muscular u otros problemas. Es decir, podría tener un problema o varios.

P: Las vacunas, ¿causan o empeoran las enfermedades mitocondriales?

R: Hasta la fecha, no existen estudios científicos que digan que las vacunas causen o empeoren las enfermedades mitocondriales. Sabemos que ciertas enfermedades que se pueden prevenir con las vacunas, como la influenza o gripe, pueden desencadenar una regresión relacionada con una enfermedad mitocondrial. Se necesitan más investigaciones para determinar si hay casos inusuales en los que los trastornos mitocondriales subyacentes en una persona sean activados por desencadenantes relacionados con las vacunas. Sin embargo, sabemos que para la mayoría de los niños, las vacunas son un medio importante y seguro para prevenir enfermedades que pueden ser mortales.

P: ¿Se les hacen a todos los niños pruebas de manera rutinaria para detectar enfermedades mitocondriales? ¿Y a los niños con autismo?

R: A los niños no se les hacen pruebas de manera rutinaria para detectar enfermedades mitocondriales. Esto incluye a los niños con autismo y otros retrasos en el desarrollo.

Hacer pruebas no es fácil y podría incluir la toma de varias muestras de sangre y, con frecuencia, muestras de músculo. Los médicos deciden si se deben hacer pruebas de detección de enfermedades mitocondriales según los signos y síntomas que tenga el niño.

P: ¿Debo pedir que le hagan pruebas de detección de enfermedades mitocondriales a mi hijo?

R: Si le preocupa la posibilidad de que su hijo tenga una enfermedad mitocondrial, hable con el médico del niño.

¿Tiene alguna pregunta?

Comuníquese con nosotros llenando un formulario en CDC-INFO.

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